El nuevo Edificio Polivalente del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete ha abierto este lunes sus puertas a los primeros pacientes, marcando un hito en la modernización de la sanidad pública de Castilla-La Mancha. Con este paso, el Gobierno regional que preside Emiliano García-Page ha materializado uno de los proyectos más ambiciosos del Plan de Infraestructuras del SESCAM, destinado a reforzar la atención sanitaria y mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales.

El director gerente del SESCAM, Alberto Jara, ha acompañado al equipo de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete en esta jornada que ha calificado como “un día decisivo dentro del proceso de ampliación y reforma del complejo hospitalario”. Según ha subrayado, la puesta en marcha de esta nueva infraestructura “pone de manifiesto la firme apuesta del Ejecutivo regional por una sanidad pública, de proximidad y de máxima calidad, que se adapta a las necesidades reales de la ciudadanía”.

Durante su recorrido por las instalaciones, Jara ha comprobado el funcionamiento de las áreas que hoy han comenzado su actividad, entre ellas las consultas de Oncología Médica, Hematología y Consejo Genético Oncológico, el Hospital de Día Oncohematológico, el Hospital de Día Médico-Quirúrgico y la Unidad de Continuidad Asistencial de Atención Primaria-Medicina Interna (UCAPI). Todas ellas estrenan espacios más amplios, modernos y accesibles, diseñados para ofrecer mayor confort, privacidad y eficiencia asistencial.

El gerente del SESCAM ha destacado especialmente las mejoras en los Hospitales de Día, donde se ha pasado de 20 puestos en el edificio antiguo a 47 puestos en el nuevo complejo: 25 en el área oncohematológica y 22 en la médico-quirúrgica. “No solo aumentamos la capacidad, sino que mejoramos la calidad asistencial al disponer de espacios luminosos, bien equipados y tecnológicamente preparados para los retos actuales”, ha explicado.

El nuevo diseño permite, además, separar a los pacientes con patologías oncohematológicas de aquellos que presentan otras dolencias, mejorando así la seguridad y personalización de la atención. Esta reordenación, según ha recalcado Jara, responde a un principio fundamental: “cada paciente merece un entorno adaptado a su situación clínica y emocional”.

Impulso al empleo sanitario

El edificio no solo representa un avance arquitectónico y técnico, sino también un impulso en materia de empleo sanitario. Desde el pasado 1 de octubre se han incorporado 45 nuevos profesionales —entre médicos, enfermeros, técnicos y personal de apoyo—, que refuerzan las plantillas de las unidades que inician su actividad. “Contar con más espacios implica contar con más manos, más talento y más compromiso”, ha afirmado el gerente, agradeciendo el esfuerzo de todos los equipos implicados en la organización y el traslado.

La apertura del nuevo edificio forma parte de un proceso progresivo, que continuará en los próximos meses con la activación de nuevas áreas. El objetivo, ha insistido Jara, es avanzar “sin pausa, pero con la máxima seguridad”, garantizando que cada servicio entre en funcionamiento solo cuando reúna todas las condiciones técnicas y humanas necesarias.

Red hospitalaria moderna y homogénea

Desde la Consejería de Sanidad han recordado que esta actuación se enmarca en la mayor inversión sanitaria realizada en la historia de la región, destinada a dotar a Castilla-La Mancha de una red hospitalaria moderna y homogénea. En Albacete, esta apuesta se traduce en una ampliación y reforma integral del complejo que transformará la atención hospitalaria, tanto por su capacidad como por la calidad de sus servicios.

La apertura del Edificio Polivalente simboliza, en definitiva, la evolución de la sanidad pública castellanomanchega, una sanidad que prioriza la dignidad del paciente y el bienestar de los profesionales frente a los recortes y la precariedad que otras etapas políticas dejaron como herencia. Con esta inauguración, el Gobierno de García-Page consolida su compromiso con una sanidad cercana, humana y moderna, que sigue situando a las personas en el centro de la atención.

El contraste con los años de recortes y paralizaciones de Cospedal

La apertura del nuevo Edificio Polivalente del Hospital de Albacete llega como el reverso de una etapa marcada por los recortes y la paralización de infraestructuras sanitarias durante el Gobierno de María Dolores de Cospedal (2011-2015). En aquellos años, Castilla-La Mancha sufrió un retroceso sin precedentes en materia sanitaria, con la reducción de plantillas, la suspensión de proyectos hospitalarios ya iniciados y la disminución del presupuesto destinado a la sanidad pública.

El Ejecutivo de Cospedal aplicó entre 2012 y 2014 recortes importantísimos en el conjunto de los servicios públicos esenciales, afectando especialmente al sistema sanitario. En el ámbito hospitalario, se paralizaron obras como las del nuevo Hospital de Toledo, el nuevo Hospital de Cuenca o la reforma del Complejo Hospitalario de Albacete, que permanecieron paralizadas durante toda la legislatura.

Además, los sindicatos sanitarios denunciaron entonces la pérdida de más de 3.000 profesionales del SESCAM, entre personal médico, de enfermería y técnicos, lo que se tradujo en cierres parciales de plantas hospitalarias, incremento de las listas de espera y sobrecarga asistencial. En Albacete, concretamente, el plan de ampliación del hospital —que hoy se reactiva con la inauguración de este nuevo edificio— quedó interrumpido y sin dotación presupuestaria durante todo el mandato del Partido Popular.

El contraste es evidente: mientras el actual Gobierno regional ha recuperado inversiones, ampliado plantillas y reactivado infraestructuras estratégicas, el Ejecutivo de Cospedal dejó una sanidad pública debilitada, sin capacidad de respuesta ante las necesidades de una población que seguía creciendo. Diez años después, el Hospital de Albacete simboliza el cambio de modelo, de la austeridad y el abandono a la planificación, la inversión y la reconstrucción del sistema sanitario público.