La evolución del mercado laboral en Castilla-La Mancha ha vuelto a ofrecer señales sólidas de resistencia y crecimiento durante el mes de noviembre, un periodo que tradicionalmente había golpeado al empleo y que durante los años 2012 y 2013, bajo el Gobierno de María Dolores de Cospedal, llegó a situar a la región en máximos históricos de paro. Esta vez el escenario ha sido radicalmente distinto. Castilla-La Mancha ha registrado 349 personas desempleadas menos, un descenso del 0,3%, que sitúa la cifra total de paro en 117.792 personas, el mejor registro para un mes de noviembre desde 2007.

La caída interanual confirma la fortaleza del empleo, con 10.632 personas menos en paro que hace un año, lo que supone un descenso del 8,28%, uno de los más intensos de todo el país. De hecho, la comunidad se sitúa como la tercera región donde más ha caído el desempleo en términos anuales, consolidando una tendencia que nada tiene que ver con los peores años de la pasada década, cuando el desempleo se disparó hasta niveles récord durante la gestión del PP.

Junto a la bajada del paro, los datos de afiliación vuelven a marcar un hito. Castilla-La Mancha ha sumado 3.205 cotizantes más en noviembre, alcanzando los 807.286 afiliados. Nunca antes la región había superado las 800.000 personas afiliadas en un mes de noviembre, y este dato se convierte además en el segundo mejor de la serie histórica, solo superado por el mes de julio de 2025. Frente a los recortes y la destrucción de empleo vividos en los años de gobierno del PP, los indicadores del actual escenario laboral muestran una comunidad en proceso de consolidación y con capacidad de absorber shocks como el ERE de Mahle en Cuenca, cuya provincia, pese al impacto, ha logrado crecer en afiliación.

Un noviembre que deja de ser un mes negativo para el empleo

Los datos revelan otro cambio estructural relevante. Durante años, noviembre fue un mes asociado a la subida del paro. Sin embargo, según ha trasladado la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, en esta última década se ha producido una desestacionalización que ahora permite registrar comportamientos positivos. La anticipación de la campaña navideña y el efecto del Black Friday han contribuido a mejorar las cifras, especialmente en municipios como Azuqueca, Guadalajara e Illescas, grandes polos logísticos de la región.

La consejera ha destacado que Castilla-La Mancha se ha convertido este año en la comunidad que más ha reducido el paro en noviembre, una posición que, según ha señalado, evidencia el trabajo sostenido de las oficinas de empleo y el dinamismo del tejido productivo. Pese al golpe del ERE de Mahle en Cuenca, las cifras de afiliación han permitido “sortear” su impacto, mostrando la resiliencia del mercado laboral.

El empleo por cuenta propia también se ha consolidado. En noviembre se han registrado 196 autónomos más que en el mes anterior y 1.027 más que hace un año, reflejando, en palabras de Franco, la solidez de un ecosistema emprendedor excelente que sigue ganando terreno y contribuyendo a la diversificación de la estructura económica regional.

El mejor noviembre en 18 años

La valoración del Gobierno de Castilla-La Mancha se apoya en un hito especialmente significativo, y es que noviembre de 2025 ha sido el mejor mes de noviembre de los últimos 18 años en términos de desempleo. Un dato que refuerza la distancia respecto a la etapa más dura del mercado laboral en Castilla-La Mancha bajo el PP, cuando la comunidad se situó durante meses como una de las regiones más castigadas por la destrucción de empleo.

Franco ha recordado además que este mes ha marcado el segundo mejor dato de empleo de toda la serie histórica, un indicador que, según ha explicado, ofrece “motivos de seguridad para avanzar”.

La consejera ha insistido en que, pese a los buenos datos, la prioridad sigue siendo atender a quienes permanecen en situación de desempleo. Pero el escenario que reflejan los datos de noviembre muestra una región que consolida su recuperación, que supera barreras simbólicas como el techo de los 800.000 afiliados y que deja cada vez más atrás aquel periodo marcado por los recortes, la precariedad y la ausencia de políticas activas de empleo que caracterizó a la etapa de Cospedal.