Justo cuando empieza a verse la luz al final del túnel, con un descenso hasta los 13 incendios activos en riesgo alto, en la Xunta de Galicia no cesan las acusaciones. El Partido Popular de Alfonso Rueda ha provocado la crispación de los partidos en la oposición como consecuencia de su gestión en los incendios y por las condiciones con las que mantiene a los brigadistas que trabajan en la extinción de estos incendios.
A raíz de todo ello, el portavoz de Medio Rural del BNG, Secundino Fernández, ha acusado a la Xunta de un "grado de pasotismo" y de "inutilidad nunca vistos" en la lucha contra los incendios forestales que afectan a Galicia, especialmente a la provincia de Ourense. En este sentido, ha señalado que, a pesar de que Galicia está en medio de una oleada de incendios "sin precedentes y con temperaturas extremas", la Consellería do Medio Rural "no inició" los trabajos de gestión de biomasa en las franjas secundarias de protección de los núcleos de población más expuestos.
En esta línea, a través de un comunicado el BNG ha señalado que, según la Plataforma de Contratos Públicos de Galicia, el pasado 20 de junio se hizo pública la licitación de un contrato por lotes para la gestión de biomasa en franjas secundarias, con un importe estimado de 2.278.560 euros. Sin embargo, según han señalado desde el BNG, actualmente solo se adjudicaron dos de los ocho lotes y, "lo más grave" es que "no se ejecutó absolutamente nada de ese contrato" cuando ya es pleno verano y con la crisis incendiaria "agravada por la emergencia climática".
Asimismo, Fernández ha recordado que esta situación se suma a la "falta de ejecución" de otros programas de prevención, entre los que ha ejemplificado, obras por valor de tres millones de euros y ayudas de 5,4 millones destinados a comunidades de montes. "Estamos ante una estrategia de abandono que pone en peligro la vida de los gallegos que viven en el rural", ha denunciado Secundino Fernández.
El PSdeG advierte de la inoperancia
desde el Partido Socialista en Galicia han alzado la voz para poner en el punto de mira al Ejecutivo de Alfonso Rueda, a quien acusan de tener sometidos a sus brigadistas a condiciones pésimas y arriesgando sus propias vidas. Según ha denunciado la portavoz socialista de Medio Rural en el Parlamento gallego, Carmen Dacosta, “es inaceptable que la Xunta obligue a los bomberos a elegir entre arriesgarse físicamente cargando todo ese peso en la cintura o dejar el dispositivo en el coche”. Con ello, hacen referencia al llamado “equipo de oxígeno de última hora”, un dispositivo fundamental para poder salvar sus vidas en caso de quedar atrapados durante un incendio, ya que proporciona aire limpio durante un tiempo limitado.
Sin embargo, según sostienen desde el grupo socialista, los brigadistas no pueden utilizarlo porque carecen de un equipo ergonómico que les permita llevarlo. Por ello, Dacosta ha expuesto las críticas de estos brigadistas que lamentan que los cinturones que utilizan tienen el mismo diseño que los distribuidos por ICONA en los años 90, sin ninguna adaptación ni modernización. Agregan, además, que estos cinturones, ya sobrecargados con guantes, cantimplora, botiquín, mascarilla, gafas, linterna y otras herramientas esenciales, no tienen el espacio ni la resistencia necesarios para soportar el peso del autorrescatador. “Hablamos de un equipo que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. No es aceptable que la Xunta obligue a los brigadistas a elegir entre ponerse en riesgo físico cargando con todo ese peso en la cintura o dejar el oxígeno de última hora en el coche, donde no sirve para nada”, ha expresado Dacosta.