La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este lunes que dará la enésima batalla contra el gobierno de Pedro Sánchez, en este caso derivada del nuevo modelo de financiación que el Gobierno plantea para Cataluña y la posible reforma de la ley para limitar la autonomía impositiva de su región, lo que obedecen -ambas medidas- en su opinión a un "desguace económico".

Madrid, "a la cabeza de la queja"

Durante una entrevista concedida a la Cadena Cope, la responsable regional ha dicho que va a ir con todo, literalmente, advirtiendo a Moncloa que se postulará “en todos los tribunales” y acudirá a “todos los organismos posibles” con el objetivo de situarse “a la cabeza de la queja” contra el pacto fiscal.

Con el tono que le caracteriza, la baronesa ha llegado a decir que Cataluña se encuentra “okupada” mientras que el resto de España está siendo “víctima” y pagando “las facturas” del acuerdo para investir presidente a Salvador Illa.

Entretanto, siguiendo la estela que llevó a cabo la semana pasada el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, Ayuso ha pedido a los barones del PSOE que “entren en razón”  y les ha presionado preguntando “cuánto van a estar aguantando” y recordándolos que se deben “a los ciudadanos y a los españoles por encima de todo lo demás”.

“No somos iguales ante la ley. No vamos a ser iguales ante las oportunidades. No va a haber un Estado de Derecho y todo son patadas a la Constitución de todos”, ha anunciado, para preguntar a renglón seguido: “¿Qué van a hacer? ¿Cuánto tiempo van a estar aguantando? ¿Qué explicaciones les vamos a dar a los extremeños o a los andaluces? (…) Se está planteando un país con ciudadanos de segunda, que están siendo apartados”.

En la conversación en la emisora de radio, la presidenta madrileña ha defendido que desde el Ejecutivo Central van a “intentar” comprar a los barones de su partido con “dinerito”. “Tú tranquilo, que yo te voy a dar tanto (…) A Asturias, ¿cuánto dinero quieres? Toma, dinero por aquí, bilaterales por allá”, ha planteado la presidenta autonómica, quien a su vez ha esgrimido que España se está comprando “a base de talonario y endeudamiento billonario”.

Ayuso se ha referido en estos términos al acuerdo entre PSOE y ERC para investir al líder del PSC, Salvador Illa, que previsiblemente pasará a liderar la Generalitat esta misma semana. La firma del documento, la responsable del PP lo ha considerado como una “secesión fiscal” que abre la puerta a un “desguace económico” que, considera, supone además que habrá “dinero ilimitado de todos los españoles” si se vuelve “a un golpismo como el que se sufrió en el 17”.

El PSOE "va a tener que hacer triple pirueta"

La lideresa de Madrid ha previsto que el PSOE va a tener que hacer “triple pirueta” y estará obligado a “explicar”, tanto representantes políticos como votantes “qué es esto”, “qué España es esta”, “qué han votado” y “dónde quieren llevarnos”.

Respecto de algunas autonomías que, considera Ayuso, esgrimirán sus quejas por la medida, la baronesa ha respondido de la siguiente manera: “Yo tenía un puesto como senador (…) Me venía bien para que no me sacaran de las listas en las siguientes elecciones. Tuve que taparme la nariz de verdad o me van a dar una miseria, porque el sanchismo es comprar votos y corrupción política a todos los efectos”.

En su cruzada particular, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha culpado al presidente del Gobierno de querer “quitar la autonomía” a su región para dársela a Cataluña. “Mientras siga fabricando a costa de todos los españoles, de los extremeños, de los andaluces, de los castellano-manchegos… que tienen grandes problemas en todas estas comunidades. ¿Cómo les haces luego todos estos privilegios? Esta suerte de países, se naciones ‘paralegales’ que están fabricando. ¿Cuánto va a durar esto?”, ha redundado.

En estas, Ayuso espera consumar su amenaza acudiendo “a todos lo tribunales” y “a todos los organismos que sean posibles”, pero “no por una cuestión de dinero”, expone, sino porque “España entera se va al sumidero”.

Así las cosas, la presidenta de la Comunidad madrileña ha definido a un Gobierno “sin límites” cuyo propósito es “no dejar una institución en pie” y faltar a la “separación de poderes”. Para su crítica, la baronesa ha mantenido su tono de crítica habitual exponiendo que su Ejecutivo lleva “mucho tiempo denunciando esta situación” y el hecho de que España pueda convertirse -aquí ha vuelto a emplear uno de los términos que más utiliza para cargar contra el Gobierno Central- en una “república bananera”. “Mientras tanto, a nosotros se nos tachaba de ala dura, radical y decían que éramos los extremistas del PP”, ha afianzado.