La coalición de PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid no pasa por su mejor momento. Las palabras de la vicealcaldesa, Begoña Villacís, sobre los Juegos Olímpicos evidenciaron las costuras rotas. Sin embargo, fuentes municipales apuntan a que ese asunto “se ha calmado”. Pero la tensión en el Gobierno municipal cotiza aún al alza, sobre todo por el influjo -indirecto- de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, porque “ha puesto muy nervioso” al alcalde, José Luis Martínez-Almeida.

El Partido Popular ha enterrado el hacha de guerra con sus socios de Gobierno. Tras la desautorización de Almeida a Villacís, después de que ésta expresara su sueño de un Madrid Olímpico, las aguas “se han calmado”. La “desmedida” reacción del alcalde y de su equipo no hizo sino escenificar un cambio en su actitud. “Está más nervioso y susceptible de lo habitual”, comentan fuentes de la corporación municipal a ElPlural.com.

Para explicar este estado de histerismo del alcalde habría que atravesar Cibeles, recorrer el extenso kilometraje de la Gran Vía y doblar por Montera hasta llegar a la Puerta del Sol. En el kilómetro 0 se encuentra la responsable del desasosiego de su “compi”. “Ha estado muy nervioso con el tema de Ayuso y no deja de mirarla de reojo”, manifiestan algunas voces consistoriales a este periódico.

Los nervios de Almeida

Y es que el protagonismo de Isabel Díaz Ayuso ha eclipsado a la totalidad de la cúpula popular, entre ellos al propio alcalde de Madrid. La moción de censura en Murcia, que la propia Begoña Villacís reconoció que estaba “superada”, facilitó los planes de la presidenta regional, que llevaba meses en busca de una excusa para liquidar a Ciudadanos en la Comunidad de Madrid. La halló de forma inesperada, recibió el ok de Génova y, toda vez que se liberó de Ignacio Aguado, implementó su volantazo sin remilgos a la derecha para fagocitar a Ciudadanos y neutralizar a Vox. No sólo lo consiguió, sino que alcanzó cotas próximas a la era bipartidista.

Ha estado muy nervioso con el tema de Ayuso y no deja de mirarla de reojo

La figura de Ayuso crecía a una velocidad implacable. Nadie podía frenarla y su protagonismo se palpa también en las encuestas, donde se mantiene intacta y con visos a estirarse aún más. En una situación opuesta se encuentra el alcalde madrileño. Su postura “centrada” y la nominación como portavoz nacional del PP han hecho mella en sus aspiraciones ante una contrincante que se acerca a los postulados de Vox como un misil teledirigido.

Ayusismo como meta

Desde las elecciones de Madrid, Almeida ha implementado una serie de cambios que han dilapidado su “centrismo”. “Él era el Gallardón y el centrado, pero en cuanto Ayuso se escoró a la derecha, sacando el resultado que saca en mayo, se puso muy nervioso”, explican fuentes del Ayuntamiento a ElPlural.com.  

En Ciudadanos también han notado la desazón del alcalde. “Está escorándose a la derecha cada vez más”, comentan en el seno de la formación liberal. “Se puede ver en los plenos, en las votaciones, en cuestiones sociales como el aborto o los Derechos LGTBIQ+…”, deslizan algunas voces de la corporación municipal. En este sentido, entienden que el regidor se ha quitado el traje de “Gallardón” y muestra su verdadero ser. “Es muy conservador, aunque vaya de moderno”, acotan.

Se puede ver en los plenos, en las votaciones, en cuestiones sociales como el aborto o los Derechos LGTBIQ+…

Esta ayusización de Almeida podría levantar algunas suspicacias en Ciudadanos. Aunque la situación es “difícil”, miembros del partido transmiten a este periódico “tranquilidad” y prudencia. Los liberales han reparado en que Almeida “está mirando mucho a Vox” con el fin de “contentarles”, a pesar de que, a su juicio, “no saben muy bien qué hacer”. Lo que no hace Almeida es perder de vista a la presidenta regional, a quien no le quita el ojo de encima.

Tampoco abandona la vigilancia intensiva hacia Begoña Villacís, su número dos en el Gobierno municipal. “Siempre está pendiente de ella porque sabe que los débiles somos nosotros”, señalan en Ciudadanos, quienes no olvidan que tienen en su mano la “opción de la moción de censura” y que, al contrario que en la Comunidad de Madrid, “no puede convocar elecciones para evitarlo”. No obstante, en el partido rechazan de momento recurrir a esta vía porque “no está en nuestra hoja de ruta”.

Estamos tranquilos. Tenemos la opción de la moción de censura, aunque no entra en nuestra hoja de ruta

Entienden que el escenario en el que se mueven es “complicado”, pero prometen mantener la senda recorrida hasta la fecha. “Seguiremos haciendo lo que hemos hecho”, zanjan. No obstante, fuentes de Ciudadanos recuerdan ante este periódico que el PP tampoco “debe equivocarse” porque tienen doce alcaldías “gracias a nosotros”.