Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Málaga han intervenido, en dos actuaciones llevadas a cabo en las localidades malagueñas de Mijas y Archidona, cinco caparazones de tortuga carey y un abrigo de piel de ocelote, especies catalogadas como en peligro crítico de extinción. En la primera actuación los agentes frustraron la venta de cinco caparazones de tortugas carey, naturalizadas y convertidas en lámparas, que iban a ser vendidas por un precio de 1.000 euros en Mijas, según ha informado en un comunicado la Guardia Civil. UN ABRIGO POR 500 EUROS Esta especie animal está catalogada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como en peligro crítico de extinción. Igualmente, en la segunda actuación, llevada a cabo en la localidad de Archidona, se frustró la venta de un abrigo de piel de ocelote, que pretendían vender por 500 euros. En ambos casos los animales se encuentran incluidos en el Convenio Sobre Comercio Internacional de Especies Protegidas de Fauna y Flora Silvestre (Cites), cuyo fin es velar para que el comercio no constituya una amenaza para la supervivencia de las especies. Los agentes han levantado las preceptivas actas de denuncia por la comisión de infracciones en materia de contrabando y han intervenido cada espécimen, los cuales han sido entregados en dependencias de Aduanas e Impuestos Especiales de Málaga. DOS ESPECIES AMENAZADAS Según la web de WWF, "como otras tortugas marinas, las carey están amenazadas por la pérdida de hábitats para anidación y alimentación, la colecta excesiva de huevos, la mortalidad relacionada con pesquerías, la contaminación y el desarrollo costero. A pesar de su protección bajo CITES (Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre), así como bajo muchas leyes nacionales, aún existe una cantidad alarmante de comercio y esto probablemente constituye la mayor amenaza para esta especie". En cuanto los ocelotes, son una especie de felinos muy apreciada por la belleza de su pelaje. En México, por ejemplo, está clasificada en peligro de extinción y también se encuentra en el CITES en el Apéndice I, ya que la creciente presión hacia los ecosistemas naturales así como la caza furtiva y la fragmentación del hábitat han afectado de manera significativa a esta especie.