Declaración 1. Teresa Rodríguez, coordinadora regional de Podemos: “Andalucía no debe servir de granero de votos, como hizo Mariano Rajoy en una visita a la comunidad; ni de plataforma para que Susana Díaz ascienda en su carrera política individual".
Declaración 2. Juanma Moreno, presidente del PP-A: "Echo de menos un Gobierno autonómico dedicado al cien por cien a los problemas de los andaluces".
Declaración 3. Susana Díaz, presidenta de la Junta: “Hoy toca hablar de mi tierra, no de mí”.
Este Día de Andalucía de 2017 ha estado marcado por el runrún sobre el futuro de Susana Díaz, que de nuevo se ha visto obligada a esquivar amablemente a los periodistas que, en el acto institucional celebrado en el patio del Parlamento, querían saber lo mismo que llevan queriendo saber desde hace meses: si la presidenta andaluza se postulará oficialmente para participar en las primarias de su partido que en el mes de mayo decidirán quién se sienta en Ferraz.
La Gran Incógnita
Como si no hubiera cosas más importantes en la agenda política, no hay acto público al que acuda Díaz donde no le pregunten por su candidatura a las primarias. La presidenta andaluza se niega a desvelar la incógnita, y ello a pesar de que se trata de una incógnita que hoy por hoy lo devora todo. Apenas interesa nada de lo que haga o diga Díaz: lo único que interesa es saber qué hará en relación a su partido.
Por lo demás, la jornada transcurrió apaciblemente en lo institucional y con mucho movimiento en las calles, donde Izquierda Unida y Podemos, en alianza con las mareas y sindicatos minoritarios, quisieron hacer visible "la Andalucía real de las aceras y las calzadas, frente a la comunidad andaluza de la moqueta".
Ni 2.000 ni 90.000
En Sevilla, se echaron a la calle varios miles de personas bajo el lema 'La Andalucía que no se resigna y lucha: a la calle el 28F': debieron ser bastantes más de las 2.000 que contó la Policía Nacional, pero muchísimas menos de las 90.000 que llegaron a decir a la prensa los convocantes de la marcha. La capacidad de convocatoria de Unidos Podemos y las plataformas ciudadanas críticas es significativa, pero no tanto como para inquietar seriamente a la inquilina del Palacio de San Telmo.
Lo que sí llegó a inquietar a la presidenta andaluza fueron las movilizaciones de los últimos meses contra el deterioro de la sanidad pública, que en Granada llegaron a ser multitudinarias. Encauzado, aunque no sin dificultad, el malestar de los granadinos, la marea blanca de la sanidad ha ido perdiendo fuerza y la marea naranja de la educación no acaba de cuajar del todo. Hay quejas por los recortes en la contratación de sanitarios y maestros, pero se mantienen dentro de lo soportable para el Gobierno andaluz.
Versos en la moqueta
Mientras, en el Teatro de la Maestranza tenía lugar la entrega de las Medallas y los títulos de Hijo Predilecto. Lo que Teresa Rodríguez llama la ‘Andalucía de la moqueta’ goza de buena salud.
El gran momento de la ceremonia fue el discurso del poeta Luis García Montero, que habló en nombre de los premiados. Más que un discurso fue una epístola moral cuyos destinatarios eran los gobernantes y los ciudadanos. García Montero trazó un perfil de la identidad andaluza muy alejado del patriotismo narcisista tan habitual cada 28 de Febrero, una identidad que toma como referentes los nombres de Luis Cernuda, García Lorca, Ibn Hazm, Rafael Alberti o Antonio Machado. En dos ocasiones arrancó García Montero los aplausos del público y las dos fueron tras citar a Machado.
En uno de los fragmentos de su bien trabada epístola, García Montero hizo una cerrada defensa de las instituciones como genuina expresión democrática. El poeta no citó a Podemos, pero parecía estar hablando de ellos.
Una Andalucía fuerte
Por su parte y en un discurso demasiado largo para cerrar un acto ya de por sí muy largo, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, defendió que "una Andalucía más fuerte es necesaria para una España más fuerte”, reclamó "un Estado más cooperativo y más justo” y apeló a la necesidad de recomponer los consensos básicos para salvaguardar la sanidad y la educación públicas: "Hemos de ser conscientes de que la igualdad de los españoles se garantiza a través de la prestación de servicios públicos accesibles sin restricción a todos los ciudadanos". La presidenta parecía tener en mente las protestas callejeras que la hacen responsable del deterioro de esos servicios.
La principal ovación se la llevó Díaz cuando aludió a Pablo Ráez, el joven marbellí de 20 años recientemente fallecido a causa de la leucemia contra la que luchaba y que se hizo viral por su campaña en las redes sociales a favor de la donación de médula. Justicia poética en la platea del Maestranza: aplausos al citar a un gran poeta y aplausos al citar a un gran muchacho.