El Ayuntamiento de Estepona vuelve a estar en boca de todos, y no precisamente por su buena gestión. A las ya delicadas circunstancias judiciales que rodean al alcalde, José María García Urbano, se suman ahora serias acusaciones políticas que colocan al equipo de gobierno del Partido Popular bajo una nueva lupa. En el último pleno municipal, la portavoz socialista Emma Molina alzó la voz para denunciar lo que considera una estrategia opaca y partidista de gestión del personal público.
Grave acusación
Según Molina, el PP estaría sirviéndose de empresas externalizadas como una especie de pasarela discreta para incorporar a personas cercanas o afines ideológicamente al partido, obviando los cauces legales y transparentes que deben regir el acceso al empleo público. Una práctica que, de confirmarse, supondría un golpe directo a los principios de meritocracia e igualdad de oportunidades que exige cualquier democracia sana.
Durante su intervención, firme y sin rodeos, la edil socialista denunció que la ausencia prolongada de convocatorias de empleo público está provocando un vaciamiento preocupante de la administración local, dejando cada vez más áreas bajo control de entidades privadas. Esto, señaló, no solo limita la capacidad de gestión directa del Ayuntamiento, sino que además abre la puerta a contrataciones que escapan al control público y pueden responder a intereses partidistas.
A esta ecuación se suma otra cifra que levanta cejas: 14 cargos de confianza nombrados directamente por el equipo de gobierno, pese a contar con una mayoría absoluta de 17 concejales y una estructura municipal sobredimensionada por las externalizaciones. “¿Para qué tantos asesores si los servicios están fuera?”, se preguntó Molina, poniendo en duda la necesidad y el coste de estos nombramientos.
“El modelo que está imponiendo el PP no es el de una administración eficiente ni equitativa”, denunció. “Es el de una maquinaria al servicio del partido, donde lo importante no es el talento ni la formación, sino la fidelidad”. En ese sentido, desde la bancada socialista se insiste en que el verdadero compromiso con la democracia pasa por garantizar empleo de calidad, acceso en igualdad de condiciones y una administración con rostro humano, no al servicio de intereses particulares.
Molina concluyó su intervención con una advertencia clara: “Estepona merece instituciones que trabajen para todos sus vecinos, no un cortijo político donde los puestos se repartan entre los de siempre”.