Los dirigentes de Ciudadanos no cesan de repetirlo una y otra vez, aunque lo ciudadanos no los crean: el último barómetro de Invymark para La Sexta sostiene que el 63,3 por ciento de los españoles considera que el partido de Albert Rivera sí mantiene conversaciones y pactos con la formación ultra; la encuesta también revela que hay un 25,7 por ciento de ellos que todavía cree que la formación naranja no cede a las presiones de la extrema derecha.

Ayer mismo volvía a insistir en ese terco negacionismo el senador por la comunidad andaluza y portavoz adjunto en la Cámara Alta, Fran Carrillo, que publicaba en su cuenta oficial este tuit cuyo tono y vocabulario nadie atribuiría a un político centrista y liberal:

“1) No hemos pactado con VOX, por mucho que la izquierda política y mediática lo repita y sus manipulados corifeos tuiteros lo repliquen. 2) El único fascismo hoy imperante en España lo ejerce la turba progre que solo admite su libertad y su pensamiento, coartando el de los demás”.

Al igual que sus compañeros de filas en Andalucía y en el resto de España, Carrillo pretende que el documento firmado el pasado 12 de junio en el Parlamento por PP, Cs y Vox no era un pacto ni fue fruto de negociación alguna.

El encabezamiento del texto lleva bien visibles los logos de los tres partidos y su título no sería capaz de ponerlo en duda ni el más hábil de los sofistas: ‘Acuerdo para avanzar hacia una nueva política presupuestaria en Andalucía 2019-2020 entre PP, Ciudadanos y Vox’.

Lo firmaron el consejero de Economía del Gobierno andaluz, Rogelio Velasco (Cs), el consejero de Hacienda, Juan Bravo (PP) y el portavoz parlamentario de Vox, Alejandro Hernández.

El documento contiene 34 puntos y en el mismo el Gobierno andaluz de PP y Cs acepta una serie de contrapartidas exigidas por el partido ultra a cambio de su voto favorable a los Presupuestos de 2019 y, en su momento, a los de 2020.