La última sesión de control al presidente de la Junta antes de las vacaciones, celebrada este jueves en el Parlamento autonómico, ha tenido dos partes bien diferenciadas: la sesión de control propiamente dicha, en la que PSOE y Adelante han intentado sin éxito que el presidente contestara a sus preguntas, y la sesión de adulación, en la que han pugnado por la primera plaza los portavoces del PP, José Antonio Nieto, y Ciudadanos, Sergio Romero, aunque este último intervino antes y puso tan alto el listón de la coba al presidente que el exalcalde de Córdoba hubo de conformarse con una meritoria segunda plaza.

La herida de Hernández

El primero en inaugurar sin complejos la sesión de control al pasado fue el portavoz ultra Alejandro Hernández, que abandonó su estilo duro y helado en el fondo pero respetuoso en la forma para meter en su pregunta nada menos al marido de la expresidenta Susana Díaz, por haber participado en cursos de formación cuya financiación está en entredicho.

Hernández parecía estar respirando por la herida de los ataques de la izquierda por interesarse por los detalles de su compatibilidad como parlamentario y abogado en ejercicio.

En su respuesta a lo que en realidad no era una pregunta como tal, el presidente se sumó a los ataques de Hernández a los gobiernos socialistas de Susana Díaz, aunque tuvo la delicadeza, tal vez la prudencia, no mencionar a su cónyuge.

Un momento inverosímil

El momento más inverosímil de la sesión vendría, sin embargo, de la mano del portavoz naranja, Sergio Romero, quien, tras reprochar agriamente al presidente del Gobierno de España el injusto trato que viene dando a los andaluces, con voz doliente preguntó a la Cámara: “¿Qué le ha hecho Andalucía al señor Sánchez? ¿Qué le ha hecho? ¿Qué? Que alguien me responda, por favor”. La Cámara no le respondió.

Romero siguió durante unos minutos más atacando a Sánchez, cuyo Gobierno no puede dar lecciones de nada porque “tiene 30.000 muertos encima de la mesa”, dijo el diputado nominalmente de centro adelantando por la derecha, y aun por la extrema derecha, al Partido Popular.

Concluyó su llamativo ‘turno de control’ con un canto a las virtudes y aciertos del Ejecutivo andaluz, al que rogó encarecidamente “no caer en la autocomplacencia”, aunque su llamamiento no le impidió afirmar a continuación: “Lo hemos hecho muy bien”. También aquí la Cámara guardó silencio.

La demagogia... de los otros

Al igual que le sucedería después a la expresidenta socialista, la portavoz de Adelante, Inmaculada Nieto, no consiguió que el presidente le explicara por qué, si su gestión sanitaria ha sido tan estupenda, no dejan de producirse movilizaciones y protestas de los profesionales.

El presidente agradeció el tono de la diputada, pero le pidió que “no hiciera demagogia” y recordara que los problemas que puedan seguir existiendo en la sanidad andaluza tienen una explicación: “la pésima gestión” de sus antecesores.

Más preguntas sin respuesta

Cerró el turno de intervenciones de los grupos parlamentarios la socialista Susana Díaz, que le formuló al presidente estas preguntas: “¿Por qué están cerrando centros de salud? ¿Por qué no se contratan más rastreadores? ¿Por qué se concierta con sanidad privada en vez de potenciar la pública? Y en materia educativa, ¿por qué no se baja ratio y se contratan más docentes? ¿Por qué no se responsabiliza la consejería del control sanitario en vez de dejarlo en manos de los centros?”.

El presidente contestó así: “Usted no quiere respuestas, usted quiere subsistir. Si quisiera información, ¿por qué no acepta reunirse cada semana con el consejero de Salud, como le ofrecí hace semanas? No se puede faltar a la verdad, como ha hecho usted, que ha dicho que somos la comunidad con más brotes, va por ahí dibujando un panorama caótico, cuando la incidencia es mínima en Andalucía: el 10 por ciento de España, cuando nuestra población es del 20 por ciento. Hemos sido pioneros en España, tenemos una potente red de vigilancia, somos la comunidad con el mayor número de rastreadores…”.

La portavoz socialista se quejó de haber sido insultada y le replicó que somos “la comunidad que menos PCR y menos rastreadores tiene por habitante” y le afeó que hubiese gastado “21 millones de euros en autobombo” en vez de hacerlo en mascarillas gratuitas.

Cerró la sesión Moreno pidiéndole que abandonara la confrontación y le reclamara al Gobierno de España que fuera justo con Andalucía: “Usted ha estado seis años haciendo recortes y ahora viene a decirnos lo que tenemos que hacer”.