Los socialistas se han dado este sábado en Jaén un buen baño de orgullo. Lo necesitaban. Ha sido su manera de ponerse las pilas ante el arranque de un curso político que presenta datos espectaculares de vacunación que sitúan a España a la cabeza del ranking mundial y datos de creación de empleo y recuperación económica no menos esperanzadores.

Ambos logros, vacunas y empleo, han sido reiteradamente aireados en las intervenciones de Pedro Sánchez y de quienes le han precedido –Ángeles Férriz, María Jesús Montero, Ximo Puig y Juan Espadas– en el acto de hoy, celebrado en Jaén por decisión expresa de Pedro Sánchez, determinado a impulsar enérgicamente la candidatura de Juan Espadas a la Presidencia de la Junta y a apoyar con gestos pero también con inversiones a una provincia de inequívoca hegemonía socialista pero que sigue sintiéndose olvidada por las administraciones públicas.

Recuperación lenta, injusta y corrupta

La idea fuerza más repetida por los intervinientes ha sido el contraste entre la forma que la derecha tuvo de gestionar la anterior crisis económica y la manera en que lo viene haciendo la izquierda con la crisis actual: “Cuando ellos gobiernan –ha dicho Sánchez– la recuperación es lenta, injusta y con corrupción, todo lo contrario que cuando gobernamos nosotros, sin dejar a nadie atrás, primando el grado vulnerabilidad de la población”.

“¿Qué les pasa que no pueden celebrar las buenas noticias para España?”, se ha preguntado un Sánchez al que se le ha visto, más que confiado, casi pletórico por éxitos epidemiológicos –vacunación–, económicos –empleo– o internacionales ­–rescate de refugiados afganos– frente a una derecha que solo sabe “gritar y crispar”.

“Cero triunfalismo, pero orgullo por España, todo”, ha rematado el presidente poco antes de poner en pie al auditorio militante al mencionar el reciente acuerdo con los agentes sociales, “el primero en once años, para revalorizar las pensiones en función del IPC, no de aquel 0,25 por ciento que impuso el PP, que por cierto ya ha dicho que va a votar en contra”.

Al presidente andaluz Juan Manuel Moreno, Sánchez le ha hecho un reproche de calado: según el mandatario socialista, la Junta solo ha ejecutado 50 de los 1.000 millones para ayudas directas a pequeñas empresas que le ha transferido el Gobierno de España.

Ni una palabra sobre el pasado

El argumento del mal uso o el uso opaco por la Junta de los “24.000 millones más de los que le correspondían que ha recibido Andalucía” desde que gobierna Pedro Sánchez, también fue esgrimido por Férriz, Espadas o Montero.

Sin embargo y al igual que Sánchez, ninguno de ellos hizo mención alguna a los aciertos y avances logrados por los diferentes gobiernos socialistas de Manuel Chaves, José Antonio Griñán o Susana Díaz.

Aunque todos mostraron su confianza en recuperar la Junta de Andalucía perdida en diciembre de 2018, no hubo alusión alguna a unos méritos del pasado sin los cuales el PSOE difícilmente habría renovado sucesivamente la confianza de los ciudadanos desde 1982.

Por lo demás, los socialistas andaluces han agradecido especialmente una presencia del presidente valenciano en la tribuna de Jaén que demuestra la recuperada sintonía de Ximo Puig con Sánchez, después de haber estado alineado el líder valenciano en el bando de Susana Díaz durante la ‘guerra civil’ socialista.

Puig le recordó –más bien dulcemente– a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que había “asuntos pendientes, e incluso algunos muy pendientes”, en alusión al sistema de financiación autonómica que sustituya al actual, especialmente perjudicial para las arcas valencianas y andaluzas.

Elogios, elogios, elogios

Además de exhibir un cuadro estadístico que reflejaba el liderazgo mundial de España en vacunación contra el Covid, Puig ha ahorrado tan pocas críticas a la derecha –“abraza la bandera, pero luego quiere destruir los éxitos de España”– como derrochado elogios a Sánchez, al igual que han hecho Férriz, Montero o Espadas.

Se diría que los cuatro oradores se excedieron más de lo que aconsejaba la prudencia a la hora de enaltecer a su secretario general, al que atribuyeron personalmente logros como que Europa haya virado hacia la solidaridad, que España lidere la administración de vacunas, que la recuperación económica esté siendo la más justa posible o que las mujeres se sientan hoy más protegidas que nunca.

Como adelantó el propio Sánchez, el acto de este sábado en Jaén augura, en todo caso, que el 40 Congreso Federal del PSOE que se celebrará en Valencia del 15 al 17 de octubre próximos será plácido: un cónclave de integración como tal vez no se ha vivido en el Partido Socialista desde hace más de un lustro.