Al flaco de Úbeda aún le sobran fuerzas para subir al escenario, como demostró en la noche del viernes en el estado Chapín de Jerez de la Frontera. Una fecha nueva en plena gira de verano de su nuevo disco ‘Lo Niego Todo’, su álbum número 17, que lo llevará a partir de octubre hasta el Olympia de París y teatros como el Gran Rex de Buenos Aires. “Quise tener un pie en la canción de autor. Otra en el rock and roll y aquí me tenéis siendo el peor cantante de esta maravillosa orquesta”, claudicaba a su público que frenaba sus palabras entre aplausos. Siete años después de estar fuera de la creación musical tras estrenar su disco `Vinagre y Rosas´, Sabina vuelve a su habitual ronda de conciertos por toda la geografía nacional con ‘Lo niego todo’. Un trabajo que presenta “orgulloso” desde una creación muy profunda para resolver que “Maldita Sea, es un superviviente” de la vida nocturna y de derroches que parece ya prácticamente olvidada a sus 68 años de edad.

En el recorrido del concierto Joaquín ataviado de negro enlutado y con bombín recordaba el proceso de creación de su disco que lo llevó durante tres meses a instalarse en su adorado pueblo de Rota. “No es que me gusten las bases militares, es que soy un eterno enamorado de la bahía de Cádiz”, afirma con rotundidad al público gaditano. El objetivo de este destierro al sur ha sido estar lejos de lo normal, de la vida de lunes a viernes, del ajetreo cotidiano junto a la compañía del poeta Benjamín Prado y el excantante de Pereza, Leiva, productor del disco.

En su debut lo acompañaron “el núcleo” duro de su agrupación su guitarrista y amigo Pancho Varona y el cantante y pianista Antonio García de Diego. Aparecerían nuevas caras dentro de la gira como la bajista argentina, Laura, que califica como una “estupenda poeta” y Josemi, saxofonista de falda escocesa con “dos clarinetes”. No deja atrás a su corista onubense Mara Torres, a la que ha tenido el honor de cederle una canción dentro del nuevo álbum. “Hace tiempo que no”. La letra fue una inspiración de a Joaquín a partir de una de las últimas frases que le dijo Gabriel García Márquez,  a quien llamaba con cariño el Gabo. En una de sus últimas visitas le diría. “Hace tiempo que no me hago caso”.

La banda ejerce de apoyo constante al cantante jienense durante las dos horas de concierto. Incluso se retira del escenario para darle protagonismo a los suyos. Y es que los fieles seguidores de Sabina también tienen una clara devoción a su grupo de músicos habituales. Antonio García de Diego cantaría al piano en solitario la maravillosa canción de ‘A la orilla de la chimenea’. Jaime Asua, guitarrista del grupo sabinero narra una vieja canción rockera del disco “El rock and roll de los idiotas’. “Seis de la mañana”. Varona terminaba la ronda de colaboraciones musicales estirándose con un tema mítico y versos del romántico José de Espronceda. “La Canción del Pirata Cojo”. ‘Cantando alegre en la popa. Asia a un lado, al otro Euro y allí a su frente Estambul’.

Sabina no deja atrás sus clásicos habituales. ‘Y nos dieron las diez’, ‘Por el Bulevar de los Sueños Rotos’, ‘Noches de Boda’… con las imágenes de fondo de Chavela Vargas y José Alfredo Jiménez. Queda aún más. La mítica canción de ‘Y sin embargo’, precedida de la copla de Conchita Piquer. “Que se me paren los pulsos si te dejo de querer”… “Y sin embargo Te quiero”. Mara lo acompaña derrochando toda su voz. Joaquín con su tono ronco  culmina la canción entre vítores del público.

La estela roja de su firma sale en las pantallas a media noche mientras los músicos se despiden y Sabina entona la ‘Canción de los Buenos Borrachos’. El público aplaude con fuerza. Aún le queda muchos palmas que corear al flaco. El escenario empieza a despejarse de luces. Sabina descansa tras un nuevo debut sentimental que sigue sin defraudar a su público.