Quienes han tenido la desgracia de naufragar y morir en el Mediterráneo sin que haya imágenes de su tragedia mueren doblemente: una primera vez a causa del agua que anega sus pulmones y una segunda a causa de su invisibilidad en los telediarios europeos.

Las ONG Cáritas Almería, Almería Acoge, Cepaim y Sedim Migraciones se concentrarán mañana jueves en Almería en protesta por la desaparición de al menos 34 ocupantes de una patera que naufragó frente a las costas de Marruecos.

La versión de los hechos difundida este martes por la ONG Caminando Fronteras, que denunció la tragedia, incorpora al relato algunos datos escalofriantes: "34 muertos, entre ellos un bebé y un niño, de la patera con 60 personas que antes de ayer se hundía frente a Marruecos. 24 horas estuvieron pidiendo auxilio y les dejaron morir lentamente", escribía en su cuenta de Twitter la activista de Caminando Fronteras Helena Maleno.

El nombre de Maleno es bien conocido por haber sido acusada por parte de Marruecos de tráfico de personas por sus llamadas a Salvamento Marítimo, que han permitido salvar la vida de centenares de migrantes. 

Todavía, pues, cabría hablar de una tercera modalidad de muerte en este triste caso si, como parece lo más probable, ni las autoridades de Rabat investigan el naufragio ni las españolas les exigen que lo hagan. Tres muertes en una: muerte por ahogamiento, muerte por invisibilidad y muerte por olvido.