El portavoz en la Comisión de Hacienda del Grupo Parlamentario Socialista, Antonio Ramírez de Arellano, ha apremiado al consejero de Hacienda a que salga de la “propaganda y la autocomplacencia, son malos gestores para la sanidad y la educación pública, malos para la economía y para el empleo”, como demuestran los datos desde que gobiernan: “han dejado sin gastar el 10% de los 2.200 millones de euros del Fondo Covid, 208 millones; el déficit de su gobierno en 2019, sin pandemia, triplicó el límite fijado, más de 500 millones, y han elaborado unos presupuestos para 2021 insuficientes, que ya están sufriendo modificaciones, recortando en salud y educación para destinar los fondos a comprar la sede de Abengoa”.

Durante su intervención en la Comisión de Hacienda, Ramírez de Arellano ha recriminado al consejero Juan Bravo a “el abuso de la confrontación con el Gobierno de España, cuando su gobierno ha sido incapaz de gestionar casi el 10% del Fondo Covid, y lo han utilizado para presumir de superávit en mitad de la pandemia”. “Han insistido –prosiguió- en la discriminación del Gobierno de España con Andalucía en el reparto de ese fondo, pero los criterios fueron fruto de un amplio consenso en el que su partido en Madrid también votó a favor”, por lo que se ha preguntado si “Casado, entonces, también discrimina Andalucía”.

El dirigente socialista ha reprochado al consejero de Hacienda la nefasta gestión, en términos de ejecución presupuestaria, y que se resume en que “han dejado de ejecutar más de 500 millones en inversiones, con una caída en la licitación autonómica de casi un 40%; también un 40% sin ejecutar del gasto Feder, más de 400 millones de euros; otros 150 millones del Fondo Social Europeo; las inversiones agrícolas con Feder no han llegado al 50% de ejecución, 350 millones de euros, y 375 millones de los gastos financiados con ingresos finalistas del Estado”.

En definitiva, “esta inacción e incapacidad para la gestión del gobierno andaluz tiene consecuencias directas sobre las empresas, los trabajadores y trabajadoras y autónomos. Sus medidas para la economía productiva, como el bono turístico, los planes de empleo, las ayudas a autónomos o pymes industriales, han sido un fiasco”, espetó Ramírez de Arellano.