Pocas veces se habrán necesitado tantos minutos para decir tan poco ni desplegar tanta solemnidad para proclamar tantas obviedades. Tras la reunión que Juan Manuel Moreno mantuvo hace unas semanas en San Telmo con el presidente valenciano Ximo Puig, su encuentro de hoy con el gallego Alberto Núñez Feijóo había despertado una expectación que se ha visto defraudada por el escaso alcance de los acuerdos entre ambos en financiación autonómica, que en principio era el asunto que los convocaba en Sevilla.

Tras la reunión, hacia las doce menos cuarto comenzaba una rueda de prensa en la que Feijóo y Moreno dedicaron cada uno sus primeros 15 o 20 minutos a leer discursos recíprocamente laudatorios en los que apenas se pudo escuchar alguna alusión, y en todo caso siempre genérica, a la financiación autonómica.

Mucho más se detuvieron los dos presidentes en vender las bondades de un acuerdo conjunto para dinamizar económica y turísticamente la Ruta de la Plata, en tanto que uno de los diez caminos oficiales a Santiago. A la una de la tarde tenían previsto inaugurar en el monasterio sevillano de San Isidoro del Campo un monolito para oficializar el inicio de la Ruta.

Reflexiones compartidas

Los acuerdos alcanzados sobre financiación y que Feijóo denominó “reflexiones compartidas” se pueden resumir rápidamente: el sistema de financiación autonómica que sustituya al actual debe estar inspirado en los principios de igualdad, equidad, multilateralidad y suficiencia financiera, conceptos todos ellos tan genéricos que en realidad son compartidos todas las comunidades a excepción de la Cataluña gobernada por el independentismo.

Feijóo advirtió que no debía volver a repetirse lo que ocurrió hace más de una década cuando José Luis Rodríguez Zapatero pactó el modelo con el "tripartito catalán". El presidente gallego olvidó citar el Pacto del Majestic, de 1996, cuando José María Aznar cerró el modelo de financiación siguiendo las pautas dictadas por la Generalitat de Jordi Pujol.

Como los comparecientes habían gastado mucho tiempo dándose masajes políticos el uno al otro y como sus respuestas iniciales habían sido demasiado largas, apenas hubo tiempo para que los periodistas preguntaran: a los presidentes se les echaba el tiempo encima para acudir puntuales a San Isidoro.

La pregunta más comprometida le fue hecha a Feijóo: ¿comparte el presidente de la Xunta la exigencia de Andalucía, Valencia y Murcia de que se habilite un fondo especial de compensación para las tres comunidades para paliar las pérdidas por la aplicación del actual sistema? 

En su respuesta, llena de circunloquios y lugares comunes, en vez de contestar sin ambages el presidente Feijóo ejerció de gallego en estado puro y la prensa se quedó con las ganas de conocer su opinión sobre lo que se le preguntaba.

“Lo acordado en esta reunión –dijo– se concreta en el documento que está a disposición de todos ustedes, en el que por cierto hay un párrafo muy relevante donde planteamos la necesidad de que el nuevo modelo de financiación incorpore una evaluación específica del gasto sanitario”. El párrafo aludido tiene sin duda interés, pero nada que ver con lo que el periodista le había preguntado.

Moreno no está en el frente norte

Sobre financiación, Moreno y Feijóo se extendieron en obviedades como que un hospital de Granada debe ofrecer los mismos servicios que uno de Ourense; que el Gobierno central debe negociar el futuro modelo con todas las comunidades y no bilateralmente; o que la financiación autonómica es para 47 millones de españoles, no para 17 territorios, proclamación también obvia pero que a su vez se compadece mal con el celo que cada presidente autonómico está poniendo en exigir más fondos para su territorio.

Tampoco respondió Feijóo a la pregunta de por qué no había invitado a Moreno a su reunión con otras ocho comunidades, teniendo en cuenta que tanto él como su anfitrión recalcaban sus muchas coincidencias en materia de financiación. “El hecho de que esté hoy reunido aquí en Sevilla con el presidente andaluz contesta a su pregunta”, dijo el mandatario gallego en un tono de gran convicción pero que no convenció a los periodistas.

Como se sabe, los intereses de Andalucía y Galicia en materia de financiación están bastante alejados, pues no en vano la primera está resultando muy perjudicada por la aplicación del actual modelo mientras que la segunda figura, aunque en último lugar, en el ránking de territorios más beneficiados: Cantabria, La Rioja, Extremadura, Aragón, Castilla y León, Asturias y Galicia, cuyo presidente viene impulsando un frente común con todas ellas en el que, obviamente, no está Andalucía.

Por lo demás, los dos presidentes del PP hablaron, al parecer largamente, de fondos, europeos, incendios, economía verde y azul, transición energética y por supuesto del Camino de Santiago, que aunque solo tangencialmente afecta a Andalucía es tema que suele resultar muy apropiado para quedar bien.