Entre dos aguas. Así, con el título discográfico que catapultó a Paco de Lucía al estrellato, podría resumirse el equilibrismo del Gobierno andaluz en memoria histórica, materia siempre embarazosa para la derecha española.

Hasta ahora, las palabras del Gobierno han sido claras, pero no puede decirse lo mismo de sus decisiones.

Un regateador nato

El portavoz, consejero de Presidencia y hombre fuerte del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, tuvo el martes ocasión de emparejar palabras y decisiones cuando el redactor de Público.es Raúl Bocanegra le preguntó en rueda de prensa si el Ejecutivo incluiría una partida para exhumaciones de víctimas de la guerra y el franquismo en la Ley de Presupuestos que llevará al Parlamento después de las elecciones del 26 de mayo.

Tras la primera formulación de la pregunta, el experimentado Bendodo, regateador nato como todo buen portavoz gubernamental, logró irse por las ramas proclamando que “el Gobierno andaluz hace suyas las acertadas palabras del papa”, pero no aclaró si habría o no partida presupuestaria.

El periodista volvió a preguntarle y al consejero no le quedó más remedio que contestar, aunque todavía intentó un nuevo regate: “No está decidido –dijo–, eso dependerá del planteamiento que haga la Consejería de Cultura”.

Los límites del tancredismo

Un día después, sin embargo, el Gobierno se quedaba sin margen para seguir practicando con Vox el socorrido tancredismo, que el diccionario de la Academia define como "la actitud imperturbable de quien parece no darse cuenta de la amenaza de un peligro grande".

Ocurría ayer, cuando el diputado ultra Rodrigo Alonso lanzaba este órdago, imposible ya de ingerir incluso para las holgadas tragaderas populares: Vox “no tolerará” la inclusión en la Ley de Presupuestos que preparan el PP y Ciudadanos de partidas para memoria histórica o violencia de género. Si el Gobierno quiere aprobar esas cuentas tendrá que ser con los votos de la izquierda, remachó con fruición Alonso.

Era la primera vez que Vox hablaba tan claro. De hecho, la crudeza ultra obligó al portavoz parlamentario del PP, José Antonio Nieto, a ir más allá de donde había ido el martes su compañero de filas y portavoz gubernamental al responder a la pregunta de si habrá partida para exhumaciones: el “no está decidido” de Bendodo se convertía en un “casi con toda seguridad” de Nieto.

Una consejera en apuros

En cambio, la consejera Patricia del Pozo ha dejado muy claro en diferentes intervenciones en el Parlamento y a preguntas de los medios que su prioridad es atender los requerimientos de las familias para identificar y exhumar restos de las víctimas.

Este lunes, decía a propósito de las palabras del papa sobre el enterramiento individualizado de las víctimas: "Coincido con él al cien por cien, todo el mundo tiene derecho a encontrar a sus seres queridos y a darles digna sepultura".

Un punto de vista diametralmente contrario al de Vox, que, en palabras algo sofísticas de Rodrigo Alonso, "acata" las palabras del papa sobre las fosas comunes "si habla como papa", pero que no las comparte si hace las declaraciones "como el sacerdote don Francisco de origen argentino".

Com ose sabe, en una entrevista el domingo en La Sexta, el obispo de Roma había sido claro: "Una sociedad no puede sonreír al futuro teniendo sus muertos escondidos, los muertos son para ser enterrados, para ser individualizados en los cementerios, no para ser escondidos".

Dada la nitidez del compromiso adquirido con familias y asociaciones de memoria, Del Pozo se vería en serios apuros si el Presupuesto del Gobierno andaluz no incluye al menos esos 1,16 millones de euros previstos en el Presupuesto de 2018, provisionalmente prorrogado por el anterior Gobierno.

La gatera

¿Salvará el Gobierno andaluz el rechazo de Vox a que haya dinero para los ‘buscadores de huesos’, destinando alguna partida a la búsqueda de víctimas del bando franquista que seguirían en las cunetas?

No es imposible pero sí poco probable que el PP pueda escapar por esa gatera porque, pese a que medios conservadores –y hace dos semanas el diputado de Vox Benito Morillo– vienen aludiendo machaconamente a la existencia de fosas no inhumadas de personas asesinadas por los republicanos, el consenso entre los historiadores es concluyente al respecto: todas las víctimas de filiación franquista fueron exhumadas después de la Guerra Civil.

Algo más que dinero

En una cuentas autonómicas de casi 35.000 millones, el dinero publico para la memoria es presupuestariamente insignificante, pero políticamente muy significativo. ¿Puede una partida tan pequeña poner en riesgo el primer Gobierno andaluz de derechas en 37 años?

Ese es el interrogante que preocupa en el Ejecutivo de Juanma Moreno, esa es la ‘bomba de relojería’ alojada bajo la mesa del presidente, consciente de que sin el voto de los 12 diputados de extrema derecha nunca sacará adelante los Presupuestos porque la izquierda, obviamente, no le dará el suyo.

En San Telmo, la gente del presidente no está tranquila pero tampoco al borde del infarto. Calculan que Vox, hasta ahora perro ladrador pero poco mordedor, nunca se atreverá a tumbarles el Presupuesto porque sus votantes, procedentes en su mayoría del PP, no se lo perdonarían.