Las familias de los dos centenares de afectados por el brote de listeriosis debieron de quedarse poco menos que sin habla cuando ayer escucharan al presidente de la Junta de Andalucía esta frase: “Probablemente estamos escribiendo un nuevo relato en el combate de la listeria en España y el mundo”.

Se refería Juanma Moreno a la gestión de la Consejería de Salud y Familia, que calificó de “pionera e innovadora”, aunque no dio detalles que avalaran un diagnóstico que, al menos en apariencia, contrasta vivamente con el hecho de que tres personas hayan muerto y una mujer haya abortado por ingerir la carne contaminada de Magrudis, que también ha contagiado al menos a 200 consumidores.

En opinión del presidente, que ofrecía su primera rueda de prensa tras dos semanas desaparecido, las autoridades autonómicas han demostrado ser “capaces de asumir el brote de listeria más importante de Europa”. Moreno presumió de que la actuación de la Junta había hecho posible “un índice de mortandad muy por debajo” de lo habitual en esta clase de brotes, en cuyo desarrollo ya se habría producido “un punto de inflexión” al no detectarse ayer la aparición de nuevos casos.

Según los datos del portavoz de la Consejería de Salud y Familias, José Miguel Cisneros, el número de personas ingresadas ayer en hospitales andaluces había bajado hasta 77, frente a los 86 del martes; las embarazadas ingresadas se redujeron de 31 a 28 y los pacientes que siguen en la UCI con cuatro.

El exultante dictamen del presidente no parece compartirlo no ya la oposición de izquierda, sino tampoco el socio ultra del Gobierno andaluz. El portavoz de Vox, Alejandro Hernández, reprochó al consejero de Salud, Jesús Aguirre, haber estado “desaparecido” durante la crisis y pretender ahora “maquillar una gestión no todo lo diligente que hubiera sido necesario”

Mientras tanto, la Diputación Permanente del Parlamento autonómico estudia hoy las peticiones de comparecencia del presidente y del consejero para informar en la Cámara andaluza sobre su controvertida gestión de la crisis alimentaria.

Moreno no aclaró ayer si comparecería de forma urgente en el Parlamento, como le reclama la oposición. Quien sí lo hará mañana viernes en la Comisión de Salud, que será convocada en sesión extraordinaria, será el consejero Aguirre, cuyo departamento comunicó que lo hacía “a petición propia”, pese a que la izquierda lleva casi dos semanas solicitándolo.