Sus declaraciones, hechas ayer a los periodistas en Sevilla, han pasado relativamente desapercibidas teniendo en cuenta su carga soterrada de xenofobia y lo alejadas que están de la posición oficial del Partido Popular en estos momentos.

Preguntado por los yihadistas detenidos hace unos días en Barcelona que habían llegado en patera a Almería, el portavoz del Gobierno andaluz y consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo (PP), reclamó al Gobierno central un mayor control de la llegada de inmigrantes de manera irregular, especialmente a través de pateras, para evitar la entrada en España de "potenciales terroristas" en España.

Añadió Bendodo que esta materia es competencia del Gobierno y que, si bien la mayoría de esas personas vienen buscando una vida mejor, hay otras que vienen "con mala fe y con malas intenciones".

Es probable que el consejero no se esperara la pregunta y se viera obligado a improvisar su respuesta, pero lo cierto es que ésta estaba mucho más cerca al discurso de Vox que al de su propio partido, que el pasado 20 de noviembre rechazaba en las Cortes una Proposición No de Ley de Vox para “prevenir la infiltración yihadista a través de los flujos de inmigración ilegal”.

El PP se alineaba con el PSOE y Unidas Podemos en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional para rechazar la iniciativa de la formación ultra. El diputado popular por Ciudad Real Juan Antonio Callejas tachaba de "inmenso error asemejar inmigración y terrorismo" porque "la inmensa mayoría de los inmigrantes no son terroristas".

El PP no siempre ha rechazado el discurso que vincula terrorismo e inmigración. En noviembre 2014, el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, declaraba que "entre los inmigrantes irregulares se cuelan terroristas yihadistas". Al actual presidente del partido, Pablo Casado, no se le recuerdan menciones expresas de esa vinculación.