Lo sustantivo de Ramón Calatayud no es, en opinión del PP, haber sido el último alcalde franquista de Jaén, sino los valores de su persona y su “fantástica labor” en la ciudad.
“Vamos a dejarnos de manipulaciones que no llevan a ningún sitio”, ha zanjado la concejal de Cultura, Isabel Azañón, al defender este martes la iniciativa del gobierno local del PP de cambiar la denominación de la Universidad Popular Municipal (UPM), creada en los 80 por la izquierda, para que lleve el nombre Ramón Calatayud, también presidió el equipo de fútbol local y fue hermano mayor de distintas cofradías.
La propuesta ha contado con los votos a favor del equipo de gobierno (PP) y los tres concejales hoy no adscritos y elegidos en las urnas por Ciudadanos; PSOE y Jaén en Común han votado en contra. Para el PP lo importante no es su adscripción política a la dictadura, sino sus aportaciones educativas y urbanísticas a la capital.
En opinión de Azañón la Ley de Memoria Democrática solo está sirviendo para “reabrir heridas y negar la historia”, ya que Calatayud nunca “enalteció el régimen franquista, sino que se limitó a cumplir su mandato en un momento histórico determinado". Para la izquierda, sencillamente, se está incumpliendo la ley al honrar a personas vinculadas al franquismo.
La decisión municipal tiene cierto aire de venganza, ya que en mayo del año pasado el nuevo centro educativo surgido tras la unificación de los centros Peñamefécit y Ramón Calatayud pasó a denominarse Colegio Antonio Prieto, un deportista paralímpico jiennense. Para Ramón Calatayud Lerma, hijo del exalcalde, la decisión fue de "una incultura impresionante".