Abengoa ha logrado, tras tres meses de intensas negociaciones, sentar las bases de su salvación con un acuerdo que dejará el 95 % de la empresa en manos de los acreedores, fundamentalmente fondos tenedores de bonos, tras una fuerte inyección de capital de hasta 1.800 millones de euros.

Bases para un acuerdo
La ingeniería y compañía de renovables andaluza encara así el esprint final tras comunicar esta mañana "las bases para un acuerdo de reestructuración de su deuda financiera y recapitalización del grupo" que evite el que habría sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España.Con el acuerdo de hoy -donde están los dueños del 40 % de la deuda a través de tenedores de fondos y bancos- la empresa debe lograr el 75 % de adhesiones que fija la ley y articular el acuerdo definitivo antes del 28 de marzo.
 
Inyección de liquidez
El acuerdo ya dibuja la estructura de capital de Abengoa y las necesidades de liquidez para poner en marcha una nueva empresa capaz de "crear valor y retorno económico a largo plazo". Para empezar, un 55 % de la empresa quedará en manos de los que aporten la nueva inyección de liquidez, entre 1.500 y 1.800 millones de euros que serán puestos fundamentalmente por fondos tenedores de bonos.

Operación con garantías
Dicha financiación estará garantizada con determinados activos, incluyendo acciones libres de Atlántica Yield, la antigua Abengoa Yield que cotiza en Estados Unidos. Junto a esto, un 35 % quedará en manos de los actuales acreedores (banca y bonistas) y otro 5 % irá a los que aporten avales necesarios por 800 millones de euros adicionales. El 5 % restante se lo quedarán los actuales accionistas, donde están las distintas familias fundadoras de la empresa, y que podrían sumar hasta otro 5 % adicional si en cinco años se ha satisfecho toda la deuda y sus costes financieros. Entre esos accionistas, está Inversión Corporativa, la sociedad de la familia Benjumea, cuya participación del 51 % quedará en alrededor del 2,5 %.

Principales acreedores
Este punto, la participación que podrían mantener los actuales accionistas, había sido uno de los principales escollos en las negociaciones y se logró desbloquear la semana pasada en un movimiento que llevó aparejada la salida definitiva del expresidente de la compañía Felipe Benjumea, así como el relevo de José Domínguez al frente de la misma por Antonio Fornieles. Entre los principales acreedores de Abengoa están el Santander, Bankia, Popular, CaixaBank o Sabadell, junto a entidades internacionales como HSBC o Calyon.

Acciones A y B
bengoa, que comunicó unas pérdidas de 1.213 millones en 2015, se acogió al preconcurso de acreedores el pasado noviembre, asfixiada por graves problemas de liquidez con una deuda bruta de 9.395 millones de euros y pagos pendientes a proveedores por 4.379 millones. Antes de lograr este acuerdo, Abengoa ya había presentado un plan industrial que daría lugar a una nueva empresa valorada en 5.395 millones y capaz de generar 1.000 millones de euros de caja entre 2007 y 2020. Un plan que logra soporte con el acuerdo financiero anunciado hoy y que prevé también unificar en una los dos tipos de acciones que Abengoa tiene, las "A" y las "B".

Las acciones clase "B" de Abengoa, las de mayor liquidez, se han desplomado hoy un 17,35 %, la mayor caída del mercado continuo, hasta 0,262 euros, tras comenzar la semana con fuertes alzas.