Esta siniestra historia comienza en noviembre de 2010. Una amplia y detallada investigación de la Guardia Civil de Torremolinos llevó a una inspección de las instalaciones de la Protectora de Animales de Torremolinos. Tras esa inspección y con los datos que obraban en mano de agentes del SEPRONA, la directora de esta protectora, Parque Animal, fue detenida. Ahora se está celebrando en el Palacio de la Justicia de Málaga el juicio con los responsables de esta protectora bajo la acusación de sacrificios masivos e injustificados y con la petición de pena de prisión de Fiscalía a la que se ha unido la acusación particular El Refugio.

Detenciones de la Guardia Civil

Junto a Carmen Marín también se detuvo a uno de sus colaboradores. Los agentes tenías suficientes datos de que ese centro se venía practicando un presunto maltrato continuado a los animales. También acusan de intrusismo y falsedad documental. Posteriomente se abre en el Juzgado nº 5 de Torremolinos el primer procedimiento por maltrato animal contra una protectora de animales. El fiscal y la protectora El Refugio, personada como acusación popular, piden cárcel para la presidenta Parque Animal y para el encargado de mantenimiento y limpieza. Cuatro años solicita Fiscalía para Marín y uno para su colaborador. 

La acusada, Carmen Marín era la Presidenta de la Asociación para la protección y defensa de los animales Parque Animal de Torremolinos. Según las actuaciones judiciales se definía como una entidad sin ánimo de lucro, constituida en el año 1996, dedicada a residencia de animales perdidos, abandonados o donados, aunque utilizada también por la acusada como residencia privada para animales externos, clínica veterinaria externa y peluquería de animales externa. 

Sacrificios masivos, lentos y dolorosos: Días de exterminio
También se relata en las actuaciones como desde principios del año 2008 y al menos hasta el 8 de octubre de 2010, los acusados sacrificaron gatos y perros abandonados y que eran llevandos al centro poara su cuidado. Estos sacrificios se califican como realizados de forma masiva e injustificados, con la exclusiva finalidad de reducir los costes y dedicar las instalaciones con preferencia a los fines privados (de pago). "Estos sacrificios masivos se llevaban a acabo personalmente por los acusados, sin control veterinario de ninguna clase, administrando la acusada de su propia mano, los productos eutanásicos (T-61 y Dolethal) a los animales, sin tener los conocimientos veterinarios precisos para ello, suministrando dosis del producto por debajo de lo indicado en el prospecto, pero suficiente para producir la muerte (de nuevo con el solo objeto de ahorrar costes) e inyectando los productos de forma inexperta, por vía distinta a la intravenosa (como viene prescrito) y sin sedación previa. El resultado atroz era que se sometía a los animales a una "lenta y dolorosa agonía, totalmente injustificada y conocida por los acusados, pues se retorcían de dolor a su vista durante horas". Una de las personas que asisten al juicio para declarar ha afirmado algon terrible: Los lunes eran jornadas de "exterminio, se ponía la música alta y al día siguiente faltaban perros".

Sesiones de exterminio: 2183 animales sacrificados e incinerados
Según la protectora "El Refugio" y extraído de las investigaciones, por tan crueles procedimientos se calcula que los acusados han sacrificado para su incineración entre los meses de enero de 2009 y octubre de 2010, un número aproximado de dos mil ciento ochenta y tres animales. Los dos acusados, carecían a la fecha de los hechos relatados de titulación veterinaria de ninguna clase. Estas auténticas “sesiones de exterminio” se realizaban sobre animales normalmente sanos, jóvenes en muchas de las ocasiones, algunos de ellos entregados en el centro tan solo días (incluso horas) antes y sin que hubiese causa que justificase su muerte, salvo la falta de espacio en el centro y la prioridad que la acusada daba a sus fines privados.

Estos sacrificios crueles e injustificados, se realizaban mediante exterminaciones masivas y programadas, preferentemente a primeras horas de la mañana, desconectándose las cámaras de seguridad del Centro y conectándose la música a la megafonía del centro a alto volumen, siendo conscientes los acusados del gran alboroto que producían los alaridos de los animales al sacrificarlos con tanta crueldad y sufrimiento, evitando así que quedara testimonio de dicho acto.

Primera persona que entre en prisión en España por maltrato animal
Todos estos hechos son consecutivos de: un delito continuado de maltrato a los animales,- un delito continuado de intrusismo profesional y un delito continuado de falsedad documental. Para "El Refugio" como acusación popular, “esta es una semana importante para la protección animal, dos juicios por maltrato, uno en Cádiz y otro aquí en Málaga, ademas estamos ilusionados porque Carmen Marín se puede convertir en la primera persona que entre en prisión en España por maltrato animal.”