No es habitual la presencia en los actos del Día de Andalucía de dirigentes políticos sin responsabilidad institucional, pero tampoco una excepción. Lo excepcional es que ese responsable político sea Pedro Sánchez, cuyas relaciones con el PSOE andaluz y su secretaria general, Susana Díaz, siguen sin normalizarse del todo nueve meses después de las primarias que los enfrentó a ambos.

El secretario general asistirá el próximo miércoles al acto, bastante breve, que se desarrollará en el Parlamento andaluz y posteriormente al de entrega de las Medallas de Andalucía que se celebrará el Teatro de la Maestranza y cuya duración no suele bajar de las dos horas largas.

Mucho protocolo

El formato algo rígido y obligadamente protocolario de los dos actos institucionales tal vez no sea, sin embargo, el idóneo para que pueda lucir la presencia del secretario general, que no participará en el acto público que, como cada año, el PSOE andaluz celebrará este sábado con motivo del 28F.

Las interpretaciones sobre la asistencia de Sánchez a los actos del miércoles son contradictorias. Hay quien la ve como un intento de romper ese hielo que lo todavía separa de sus compañeros andaluces y hay quien la interpreta incluso como una especie de desafío de Sánchez a Díaz, aunque en este último caso no es fácil adivinar qué saldría ganando el uno y qué perdiendo la otra.

Sorpresa

La visita este 28 de Febrero de Sánchez, cuyo anuncio causó en todo caso bastante sorpresa en medios políticos, tendrá lugar solo unos días después del último desencuentro de Ferraz con el PSOE andaluz y otras federaciones, así como con el ex secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, al negarle su apoyo a la eurodiputada y ex número dos federal Elena Valenciano para ser presidenta del grupo socialista del Parlamento Europeo.