Esta vez, el consejero de Presidencia Elías Bendodo, ha ido demasiado lejos. Al menos, un poco demasiado lejos. Lo ha hecho al preguntar maliciosamente al Gobierno de España que preside Pedro Sánchez "por qué en países competidores en el sector del olivar, como Grecia o Italia, el aceite embotellado no va a sufrir ningún tipo de arancel impuesto por los Estados Unidos y el español sí".

Es altísimamente improbable que, al formular ese reproche, el hombre fuerte del Gobierno andaluz desconociera lo que viene publicándose reiteradamente desde hace semanas en medios andaluces, españoles, europeos y norteamericanos: que el origen y la legitimidad de los aranceles impuestos por Donald Trump nacen de un dictamen de la OMC (Organización Mundial de Comercio) que autorizaba a la Casa Blanca a compensar el perjuicio de unos 7.500 millones de dólares que las ayudas públicas a Airbus habrían ocasionado a la industria aeronáutica norteamericana.

El conflicto

Estados Unidos decidía –soberanamente, aunque no sin riesgos, y para recuperar los apoyos electorales perdidos entre los agricultores de su país–, cobrarse esas pérdidas imponiendo aranceles sobre todo agropecuarios a los cuatro países europeos que tienen factorías de Airbus y que serían los responsables directos del perjuicio a Boeing.

De hecho, una queja recurrente de los portavoces del campo andaluz y español es la de por qué han de pagar ellos el daño ocasionado por una industria absolutamente ajena al sector primario como es la aeronáutica.

Acusación y réplica

Ninguna de esas obviedades aparentaba saber Bendodo cuando, ayer en Málaga, se preguntó si Grecia o Italia habían “negociado con antelación con Estados Unidos” para no verse perjudicadas por los aranceles norteamericanos, al tiempo que se interesaba por lo que había hecho al respecto Pedro Sánchez: "Me pregunto si los responsables del Gobierno español hicieron lo mismo que Italia y Grecia para evitar esos aranceles y que el sector agrícola andaluz, en especial el olivar, tenga que sufrir ese 25 por ciento de aranceles en el aceite embotellado".

La réplica al consejero se la daba, también ayer, el delegado del Gobierno central en Andalucía, Lucrecio Fernández, reprochándole su "gran desconocimiento" de la naturaleza y las causas de los aranceles.

El contencioso, recordó Fernández, deriva de “la pertenencia o no al consorcio Airbus, algo que lógicamente no tiene nada que ver con el sector agroalimentario, pero que Estados Unidos está utilizando".