Los familiares de la víctima principal del caso Romanones, donde se investigan abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes de la Diócesis de Granada, han publicado una carta en varios medios de comunicación calificando la actuación del arzobispo en este caso, de bochornosa y humillante.

No animó a denunciar
Los familiares intentan demostrar en un relato profuso en datos y fechas que Francisco Javier Martínez no sólo no animó a la victima a denunciar, sino que incumplió el protocolo de la Conferencia episcopal española en estos casos.

Entrevistas sin testigos
Aseguran que se entrevistó con las víctimas sin testigos y sin informarles del informe que debía realizar. Además esta familia no comprende cómo 7 de los 10 imputados en el caso siguen ejerciendo su ministerio eclesiástico en contacto con menores.

Ultimátum del juez al Arzobispo
Cabe recordar que tras cincos advertencias del juez, finalmente el arzobispo de Granada entregó en el Juzgado de Guardia toda la información que le venía reclamando el juez encargado del caso, en ocho ocasiones desde noviembre de 2014, Se trata de las declaraciones que obran en el procedimiento canónigo abierto contra los diez sacerdotes imputados.