Los bisnietos de Francisco Franco siguen adelante con su idea, controvertida y polémica, de construir un macrocomplejo urbanístico en el Valle del Guadalhorce malagueño, concretamente en la localidad de Coín. En contra de muchos vecinos, agricultores, ecologistas, colectivos sociales y fuerzas políticas, el Gobierno de Moreno Bonilla no lo ve con malos ojos y el Ayuntamiento coino, también del PP, parece que pone puente de plata a la macrooperación que contempla la construcción de 500 viviendas turísticas y un centro de deportes extremos y electrónicos ocupando una superficie de 1,3 millones metros cuadrados. El temor, más que fundado en el Valle del Guadalhorce, es a las consecuencias y daños que podrían producirse al construirse, prácticamente encima de un acuífero. Problemas en el suministro hídrico y alteraciones del terreno, están encima de la mesa de todos, de todos menos del PP y, lógicamente también de la empresa Nature Call Initiatives, S.L., la sociedad promotora perteneciente a los herederos del dictador Francisco Franco.

En una primera fase, el ayuntamiento no lo tenía claro, pero posteriormente, viró sibilinamente a favor de los intereses empresariales de la familia Ardid Martínez-Bordiú como lo demuestra que esté volcado en la aprobación de un plan parcial de PGOU. Una pista que denota que favorecería el proyecto, ya que con ese cambio urbanístico se podría construir el macroproyecto deportivo, al permitir un uso residencial con instalaciones de campos de golf.

La Junta de Andalucía catalogó anteriormente el proyecto como un plan “estratégico” y destacó la importancia de su ejecución amparándose en la supuesta gran inversión de 267 millones de euros con una creación de empleo, según los promotores de 750 empleos directos.

Tal vez abrumada por una manifestación de rechazo de 5.000 personas aproximadamente en una población de 24.000 habitantes, ha dado un retoque estético a su aprobación solicitando datos sobre la cantidad de agua que habría que detraer del acuífero de Sierra Blanca y sus afecciones a los ríos. Algo que visto cuál es la política urbanística y medioambiental del PP andaluz, parece más una maniobra de distracción. En ese sentido, desde IU han denunciado recientemente, la celeridad de este proyecto por parte de la Junta de Andalucía, al que en menos de 2 años se le ha dado vía verde y ha avanzado administrativamente cuando en cualquier tramitación administrativa y proyectos, los plazos son muy superiores.

Un “disparate” de parque acuático

La última denuncia del macroproyecto de los Franco ha venido recientemente de IU Málaga que ha denunciado lo que califica como un “parque acuático” que es lo que en realidad se pretende construir sobre el acuífero de Matagallar en Coín.

En declaraciones de la coalición de izquierdas expresan que “Estamos hablando de que la familia de los Franco haga un parque acuático encima de un acuífero cuando estamos en crisis climática y el gobierno andaluz está apoyando esto, o sea, ¿a alguien le entra en la cabeza? Esto es un disparate monumental. Eso está promoviendo Moreno Bonilla encima de un acuífero, un parque acuático de la familia de los Franco”

El coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero, ha denunciado que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Coín están permitiendo construir sobre el acuífero que abastece a la comarca del Guadalhorce. Subraya que “estamos viendo como el Gobierno andaluz ha puesto en venta en nuestra comunidad, sus recursos naturales a costa de la biodiversidad, de la agricultura y la ganadería y del propio arraigo de la población al territorio”. Por último, exigen a la Junta que dé una declaración ambiental desfavorable y al Ayuntamiento de Coín que rectifique y recalifique ese suelo como rústico, como recomiendan.

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