Los bisnietos de Francisco Franco continúan construyendo las bases de su macrocomplejo urbanístico en Coín (Málaga): un centro de deportes y de e-sports que tendrá efectos y consecuencias directas sobre el terreno y el suministro hídrico de la zona. Por ello, la Junta de Andalucía ha requerido más información sobre el plan de desarrollo.
El plan inicial es que el Centro Internacional de Alto Rendimiento en Deportes Extremos y e-sports, diseñado por Nature Call Initiatives, S.L. la empresa de la familia Ardid Martínez-Bordiú, herederos del dictador, está destinado a realizar distintas especialidades deportivas y que contaría con más de 500 viviendas turísticas, ocupe un total de 1,3 millones metros cuadrados, teniendo en cuenta que la localidad de Coín tiene una densidad de población de apenas 25.000 habitantes.
Por su parte, el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla, que ya lo calificó hace un año atrás como un plan “estratégico”, ha dado a conocer algunas limitaciones al proyecto de los descendientes de Franco. Entre estos puntos, se encuentra la petición de “no incrementar” las presiones sobre el acuífero, además de cartografiar adecuadamente la zona para no afectar a los ríos y masas de agua, tal y como ha recogido eldiario.es.
La Junta ya señaló hace un año atrás la inversión “significativa de 267 millones de euros para un complejo de más de 1.3 millones de metros cuadrados” que generará 750 empleos directos en Andalucía y, más aún, entre los vecinos de Coín y sus alrededores.
Principal preocupación: el acuífero
La promotora, por un lado, no ha dado muestra de descontento con la evaluación preliminar del proyecto, acuñado como ‘Trascendence’; sin embargo, parte de los vecinos de Coín han puesto el acento en el impacto medioambiental del entorno, en especial, sobre su acuífero.
Es la cuestión sobre el agua la que más preocupa entre los vecinos, trabajadores agrícolas y asociaciones, ya que temen por la afección que pueda causar este macroproyecto urbanístico en la cantidad de agua del acuífero de Sierra Blanca a emplear y si tendría consecuencias en su calidad.
Pese a que los informes reflejan que el acuífero cuenta con un volumen importante de litros de agua, se recuerda que el proyecto urbanístico deberá contar con agua suficiente para proveer las nuevas demandas que se precisen. De esta manera, se reclama a la promotora que aclare cuáles son los recursos hídricos específicos con los que se van a contar, desde los deportes acuáticos hasta los fines turísticos y de abastecimiento que vendrán intrínsecos en el complejo.
Presión vecinal y posturas políticas
Y es que no hay que olvidarse que los vecinos de Coín ya se movilizaron a pie de calle, cuando se concentraron en torno a 5.000 personas el pasado mes de febrero, para intentar frenar las obras en el entorno del acuífero. “Estamos dispuestos a defender nuestro derecho al agua y a proteger nuestros recursos naturales”, advirtieron entonces desde la asociación vecinal Mesa del Agua.
Una movilización que también obtuvo el apoyo, a través de un pleno municipal, de todos los partidos de la localidad; sin embargo, desde entonces hasta la fecha, el Ayuntamiento ha ido variando sus perspectivas al respecto. Ahora, el Consistorio de Coín se está centrando en aprobar un plan parcial de PGOU que sirva como puente para encajar el macroproyecto deportivo, en el que se contempla un uso residencial con instalaciones de campos de golf.