El PP andaluz de Juan Manuel Moreno ha sido "inteligente" porque ha gobernado "igual" que el PSOE, que a su vez ha estado el 19-J "lastrado" por el Gobierno central y su "relación de dependencia con el nacionalismo catalán, que en Andalucía es una bomba de relojería". Tal continuismo con respecto a los gobiernos socialistas sería una de las claves del "vuelco" del pasado domingo en las eleccioens andaluzas.
El exvicepresidente del Gobierno de España y ex vicesecretario general del PSOE Alfonso Guerra también ha sostenido este lunes que, "visto el resultado se puede decir, de una manera un poco provocativa, que la mayoría absoluta al PP se la da el PSOE haciendo campaña" metiendo "miedo" con la posible entrada de Vox en el Gobierno andaluz en coalición con los 'populares'.
Y es que, según ha argumentado el histórico dirigente socialista en una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, ante esa "campaña" del PSOE en Andalucía advirtiendo a los votantes de que "'cuidado que Vox es el mal y va a tener que ir (el PP) con él" a gobernar, "la gente ha dicho que vota al PP para que no entre Vox" en la Junta.
De hecho, según ha abundado Alfonso Guerra, "mucha gente" con la que se ha encontrado por la calle tras las elecciones andaluzas le ha dicho que, "a la vista de lo que ha pasado" en los comicios --con la victoria del PP-A por mayoría absoluta, con 58 escaños-- "no ha estado tan mal, porque al menos tenemos la tranquilidad de que Vox no entra en el Gobierno" andaluz.
Tras apostillar que a quienes le han trasladado esa idea él les ha respondido que "esa reflexión" la habían hecho "antes de votar", cuando habían decidido "votar al PP para que no esté Vox" en la Junta, Guerra ha sostenido que "el miedo no es buen sistema electoral".
"Las campañas electorales metiendo miedo a la gente por esto o aquello no funcionan", ha asegurado el exvicepresidente del Gobierno, quien ha sostenido que "lo que da voto es el estado general, la confianza, las sensaciones de estabilidad", y en esa línea ha manifestado que, en dichas elecciones en Andalucía, "la gente ha optado por la estabilidad, que en política es un bien muy poderoso aunque no es tangible", y "el PP ha mostrado una cara de estabilidad superior a la que podía ofrecer el PSOE".
En esa línea, Guerra ha comentado que el resultado de los comicios no le ha sorprendido "mucho" porque "todas las encuestas estaban dando más o menos un resultado así", aunque sí reconoce que puede resultar "sorprendente un vuelco tan espectacular" a favor del PP, "porque Andalucía se había identificado electoralmente con el PSOE desde el año 1977", y "sobre todo desde 1981", tras el histórico referéndum por la autonomía en la que desde la derecha se hizo campaña con el lema "Andaluz, este no es tu referéndum".
Es más, Guerra ha indicado que para explicar la "identificación" del electorado andaluz con el PSOE "podemos retrotraernos a los años 30" del siglo XX, al hilo de la actuación del "Ejército rebelde" contra la República en el marco de la Guerra Civil española, que entró a España desde África "por Andalucía", y cuya represión provocó que, "en los pueblos" de esta comunidad, "todo el mundo tenía un familiar que había sido fusilado, había una enemistad contra la derecha, una especie de muro de contención hacia el voto" hacia esa opción ideológica.
Ha añadido que "algo bueno habrán hecho unos y algo malo habrán hecho otros para que haya sucedido" un "vuelco" como el que se ha producido en las elecciones andaluzas, así como que, "cuando hay una diferencia tan importante" de escaños entre una formación política y otra, "no es razonable atribuir las causas a una sola cuestión".
Así, ha considerado que ha jugado a favor del PP el haber gobernado "igual que lo habían hecho los socialistas antes" al frente de la Junta, porque pese a haber prometido en la anterior campaña de los comicios autonómicos de 2018 "suprimir los 2.000 chiringuitos que decían que había" en Andalucía, el PP-A luego "no ha suprimido ni uno", de forma que "la gente ha perdido el miedo" a decisiones así de "la derecha". Por ello, Guerra ha opinado que, "aunque pueda decirse que había un poco de hipocresía" en la acción de gobierno del PP-A, al no gobernar "como dijo que iba a gobernar", ha sido una estrategia "inteligente".
De igual modo, el dirigente socialista ha considerado que la campaña del PSOE-A ha estado "lastrada porque el electorado socialista venía descontento de muchas cosas que se estaban haciendo desde el Gobierno central" de Pedro Sánchez.
Así, Guerra ha argumentado que dicho electorado socialista "no entendió, no aceptó, o no aceptó bien, una alianza (del PSOE) con el grupo de Podemos, que surge de una moción de censura totalmente legítima, pero que pone en el Gobierno a personas que no tienen solvencia para gobernar".
Además, el exvicepresidente ha aludido a "medidas bastante impopulares" para "pueblos" en Andalucía que han ido "apareciendo" durante la campaña y que advertían de que "no habrá toros, ni caza", o que se iba a permitir a menores de 16 años abortar "sin informar a los padres".
"Todo eso rechina mucho", ha opinado Guerra, que también se ha referido a la "relación de dependencia" del Gobierno de Sánchez "con el nacionalismo catalán que en Andalucía es una bomba de relojería", y a la rúbrica de "documentos con la firma del PSOE y Bildu" durante esta legislatura.
De esta forma el exvicesecretario general socialista ha insistido en que "ha habido un lastre muy importante" para la campaña del PSOE-A "que obedece a otras cuestiones que la propia elección andaluza", y a la pregunta de si entonces Pedro Sánchez ha sido "un problema para las expectativas electorales" del PSOE-A, Guerra ha manifestado que los dirigentes de los partidos son quienes tienen "la mayor responsabilidad" sobre sus decisiones, "sobre todo en un sistema de partidos como el que hay ahora en España en el que la democracia" interna "ha desaparecido".
Al respecto, Guerra ha criticado que "todos los partidos han descubierto un truco sensacional" para "no cumplir el artículo 6 de la Constitución", que les "obliga" a "tener una estructura y funcionamiento interno democrático", que "es lo que llaman elecciones primarias", y que son en realidad "plebiscitarias", según ha sostenido el exvicepresidente, para quien "a partir de ahí la democracia interna desaparece" en los partidos, y "la responsabilidad personal juega más que la colectiva", según ha advertido.