Así lo ha indicado la activista después de que algunos vecinos de la población almeriense, convocados por la Asociación de Empresarios Turísticos de Carboneras (AET), se concentrasen para pedir la apertura de este hotel una vez que finalice el proceso judicial del que se encuentra pendiente, alegando que la destrucción del Algarrobico no conllevaría la recuperación del espacio natural ya dañado y que la puesta en funcionamiento de este hotel daría un impulso económico a la zona.

Símbolo del "todo vale" en el litoral
Ante estas reivindicaciones, Marcos ha expresado que "nadie debe promocionar un edificio que es ilegal", y considera que la apertura de El Algarrobico sería "un símbolo de que todo vale en la costa andaluza y de que la normativa medioambiental no sirve para nada".

El daño "se multiplicará" si se realiza la apertura
Ha mantenido que la construcción del hotel "no es un daño que ya esté causado", sino que "se multiplicará" si se realiza la apertura. "Ese hotel necesitaría aportes de agua dulce para abastecer a los clientes, lo cual en una zona desértica como esta supondría un daño ambiental grave, además de que se tendría que degradar mucho más para crear pistas de acceso o un párking para albergar coches de hasta 411 habitaciones", ha lamentado.

Restauración compleja
Asimismo, la ecologista ha declarado que la restauración medioambiental de tal área es una acción "muy compleja" y que, ya que "ni los vecinos ni Greenpeace" son "especialistas" en la materia, no pueden "hablar" sobre si se podrá recuperar la zona o no. En este sentido, ha afirmado que acciones de restauración similares se están llevando a cabo en Cap de Creus (Girona).