Los restos de una tumba de un presunto bebé robado han sido exhumados esta mañana en el cementerio mancomunado de Chiclana de la Frontera (Cádiz), según ha explicado la presidenta de Bebés Robados en Cádiz, Rosario Herrera.
Supuesta muerte del bebé
El caso se remonta al 11 de mayo de 1984, cuando a Pepi Rincón le dijeron que su bebé había muerto apenas 24 horas después de nacer en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz por un encharcamiento de los pulmones.
Traslado a la UCI
"El niño había nacido con un peso de 5,200 kilogramos y lo llevaron al nido", cuenta Rosario Herrera, "y en ningún momento lo trasladaron a la incubadora o a la UCI por lo que la familia se quedó muy extrañada cuando le comunicaron el fallecimiento del bebé", añade.
Contradicciones
La presidenta de Bebés Robados en Cádiz ha relatado que el rasgo más raro fue que en el parte de defunción "señalan que el niño murió a las 11.30 horas del día siguiente a nacer y precisamente a esa hora un familiar estuvo viendo al bebé en el nido y comprobó que estaba en perfecto estado de salud". En el parte médico existen otras contradicciones como "la explicación del tipo de cesárea que le hicieron a la madre".
Al igual que sucede con otras denuncias de bebés robados, Herrera subraya que "tras la comunicación de la muerte del bebé ninguno de los padres pudo ver al niño".
Entierro y exhumación
El 13 de mayo de 1984 enterraron al niño en el cementerio de San José de la capital gaditana y el 11 de julio de 2001 exhuman los restos para trasladarlos al Mancomunado de Chiclana y es en este proceso cuando se percatan de que en "la pequeña caja donde debía estar el niño tan sólo hay una gasa".
"Aunque pasen los años los restos no desaparecen", asegura Rosario Herrera, "debe de haber algo, aunque sean cenizas", por lo que en 2013 denunció el caso ante el juzgado de instrucción número 2 de Cádiz.
Críticas al modo de exhumarlo
Desde la asociación Bebés Robados han criticado duramente el modo en el que han llevado la exhumación puesto que "después de varios meses esperando a que se efectuara han llamado hoy a la madre con diez minutos de antelación".
"Deprisa y corriendo"
"Normalmente se da un aviso con dos semanas de antelación lo que nos permite prestar apoyo psicológico a los padres pero en esta ocasión lo han hecho deprisa y corriendo, quizás para evitar la presencia de medios de comunicación".
Poca esperanza
De este proceso esperan poco, "casi no tenemos esperanza porque en un caso muy parecido en el que sólo había una gasa, los forenses dijeron que había sacado hasta la pinza del ombligo y archivaron el caso porque no encontraron material suficiente para realizar las pruebas de ADN".
Supuesta muerte del bebé
El caso se remonta al 11 de mayo de 1984, cuando a Pepi Rincón le dijeron que su bebé había muerto apenas 24 horas después de nacer en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz por un encharcamiento de los pulmones.
Traslado a la UCI
"El niño había nacido con un peso de 5,200 kilogramos y lo llevaron al nido", cuenta Rosario Herrera, "y en ningún momento lo trasladaron a la incubadora o a la UCI por lo que la familia se quedó muy extrañada cuando le comunicaron el fallecimiento del bebé", añade.
Contradicciones
La presidenta de Bebés Robados en Cádiz ha relatado que el rasgo más raro fue que en el parte de defunción "señalan que el niño murió a las 11.30 horas del día siguiente a nacer y precisamente a esa hora un familiar estuvo viendo al bebé en el nido y comprobó que estaba en perfecto estado de salud". En el parte médico existen otras contradicciones como "la explicación del tipo de cesárea que le hicieron a la madre".
Al igual que sucede con otras denuncias de bebés robados, Herrera subraya que "tras la comunicación de la muerte del bebé ninguno de los padres pudo ver al niño".
Entierro y exhumación
El 13 de mayo de 1984 enterraron al niño en el cementerio de San José de la capital gaditana y el 11 de julio de 2001 exhuman los restos para trasladarlos al Mancomunado de Chiclana y es en este proceso cuando se percatan de que en "la pequeña caja donde debía estar el niño tan sólo hay una gasa".
"Aunque pasen los años los restos no desaparecen", asegura Rosario Herrera, "debe de haber algo, aunque sean cenizas", por lo que en 2013 denunció el caso ante el juzgado de instrucción número 2 de Cádiz.
Críticas al modo de exhumarlo
Desde la asociación Bebés Robados han criticado duramente el modo en el que han llevado la exhumación puesto que "después de varios meses esperando a que se efectuara han llamado hoy a la madre con diez minutos de antelación".
"Deprisa y corriendo"
"Normalmente se da un aviso con dos semanas de antelación lo que nos permite prestar apoyo psicológico a los padres pero en esta ocasión lo han hecho deprisa y corriendo, quizás para evitar la presencia de medios de comunicación".
Poca esperanza
De este proceso esperan poco, "casi no tenemos esperanza porque en un caso muy parecido en el que sólo había una gasa, los forenses dijeron que había sacado hasta la pinza del ombligo y archivaron el caso porque no encontraron material suficiente para realizar las pruebas de ADN".