Cualquier jefe de partido sueña secretamente con tener unos militantes, cuadros dirigentes y cargos públicos tan disciplinados y obedientes como los de Vox. La dirección nacional del partido ha suprimido de un plumazo a siete de los 12 diputados que lograron acta en 2018 sin que se haya escuchado ninguna queja públicamente.

El partido de Santiago Abascal registraba ayer ante la Junta Electoral de Andalucía (JEA) sus ocho candidaturas provinciales para las elecciones autonómicas del 19 de junio. Diputados de Vox como Manuel Gavira, que repite por Cádiz, o Macarena Olona, que es la candidata ultra a la Presidencia de la Junta de Andalucía, se han denominado en más de una ocasión a sí mismos como "soldados" que irían allá donde sus jefes los enviaran. Con respecto a 2018, cambian los 'soldados' que ecabezaban las listas de Granada, Málaga y Sevilla y repiten los de las cinco restantes.

Tras empadronarse secretamente en Salobreña (Granada) en la casa del presidente provincial del partido, Olona encabezará la lista por Granada, provincia por la que fue elegida para el Congreso de los Diputados en 2019. Cuando sus adversarios le reprochan su condición de cunera, Olona replica con desparapajo que ella se siente "Macarena de Graná".

La presentación de las listas coincidió con la celebración en Almería de unas jornadas sobre inmigración en la que Olona dijo entre otras cosas: "Muy pronto, cuando Vox gobierne en Andalucía, las políticas multiculturales llegarán a su fin. Acabaremos con toda la inseguridad que sufren los andaluces en sus propios barrios. Seremos foco de esperanza para toda España".

También dijo la candidata que el Gobierno de PP y Cs es "cómplice" de las "mafias de tráfico de seres humanos" con sus decisiones en materia de inmigración. Mientras, desde el PP apenas se escuha el más leve reproche directo a Vox. El candidato popular, Juan Manuel Moreno, se limitó a decir ayer que los inmigrantes contribuyen a la riqueza de Andalucía con su trabajo en el campo: el PP ha optado por no irritar a los votantes de Vox en su estrategia para recuperar el apoyo perdido.

Repiten como cabezas de lista respecto a las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018: Rodrigo Alonso, portavoz adjunto en el Parlamento, por Almería; Manuel Gavira, portavoz parlamentario, por Cádiz; Alejandro Hernández, por Córdoba; Rafael Segovia, por Huelva, y Benito Morillo, por Jaén.

En Granada, Macarena Olona sustituye a Francisco Ocaña, que no forma parte de la lista para las autonómicas de junio. Como número dos, la acompaña Ricardo López Olea, vicepresidente del Comité Ejecutivo Provincial en Granada y coordinador de Vox en Guadix. 

En Málaga, el cabeza de lista es Antonio Sevilla Rodríguez, presidente provincial de Vox, empresario hotelero y concejal del grupo municipal en Torremolinos. Sustituye a Eugenio Moltó.

En Sevilla, el cabeza de lista es el presidente provincial del partido, Javier Cortés, que sustituye al que fuera candidato a la Presidencia de la Junta en 2018, el juez Francisco Serrano, quien acabó dejando el escaño en septiembre de 2020 tras su imputación en un caso de corrupción por haber cobrado una subvención millonaria para instalar una fábrica: de la fábrica nunca se supo y del dinero tampoco. 

A Serrano lo sustituyó Macario Valpuesta, uno de los decapitados por la dirección nacional, que lo ha relegado al puesto 17 de la lista por Sevilla, donde en 2018 la formación de extrema derecha logró dos escaños. Pese a haber ocupado el puesto –más ornamental que otra cosa– de presidente del grupo parlamentario, Valpuesta quedará fuera del Parlamento en la convocatoria de junio.

En la candidatura de Huelva, sobresale anecdóticamente la presencia como número tres del exfutbolista profesional Raúl Molina Alcocer, que jugó en el Recreativo de Huelva entre 2000 y 2002 y en el RCD Espanyol de Barcelona entre 2002 y 2006.