Desde su creación hace doce años, el  Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) ha sido un referente científico en el ámbito de la restauración de bienes arquitectónicos, pictóricos, escultóricos, textiles o documentales de alto valor histórico.

Dan fe de ello restauraciones de imágenes como el Cristo de San Pedro, el Cristo del Subterráneo, el Jesús del Perdón, el San Roque de Marchena o de textiles como el manto de la coronación de la Macarena o las sargas del pintor Bacarisa. La prensa conservadora que hoy pone proa contra la institución en el pasado se deshacía en elogios sobre la profesionalidad y buen hacer de sus técnicos y especialistas.

Su futuro podría estar, sin embargo, en el aire, después de conocerse las conclusiones de la auditoría privada encargada por el Gobierno andaluz de PP y Cs a instancias de Vox. Su dictamen sobre el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico es contundente: el 79% de los empleados de la agencia, creada en 2009 para desarrollar proyectos de investigación, conservación y restauración de los bienes culturales, son jefes, mientras que el 21 por ciento restantes son empleados.

Según los auditores, de los 111 trabajadores del IAPH, 88 son altos responsables o cargos intermedios, mientras que los 23 restantes son empleados rasos. En cuanto al presupuesto, el 83% se destina a la plantilla. Para la Junta de Andalucía se trata de una "superestructura llena de gastos innecesarios y duplicidades".

En defensa del prestigio de la institución salió ayer el secretario general del PSOE andaluz y alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que lamentó “el ataque gratuito que efectúa la auditora encargada por el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, puesto que revela un gran desconocimiento sobre la actividad de este prestigioso organismo de la Administración autonómica".

“Exijo al presidente andaluz y a su consejera de Cultura que salgan inmediatamente en defensa de este organismo científico y de sus profesionales”, dijo Espadas a través de un comunicado difundido por el PSOE.

El líder socialista recalcó que, en un organismo encargado de la conservación, “la restauración y la puesta en valor del patrimonio histórico de Andalucía, es completamente normal que la mayoría del presupuesto se destine a pagar los sueldos a los conservadores y restauradores”.

Espadas explicaba así el funcionamiento de la institución: “Cuando se restaura el manto de una Virgen que procesiona durante la Semana Santa, un retablo, un lienzo, una escultura… el trabajo principal es el que realizan los especialistas, desde el historiador que investiga sobre la pieza en cuestión hasta el experto restaurador en múltiples disciplinas, desde tejidos hasta pintura. Y no son más jefes que indios, sino profesionales de muy alta cualificación y jefes de proyectos concretos, a quienes se les está injustamente desprestigiando. Se trata, asimismo, de un organismo con facultades científicas donde existen talleres, laboratorios, archivos de documentación, actividad de formación, etc.”.

Para el alcalde de Sevilla,  “no tenerlo en cuenta es desconocer por completo el Instituto Andaluz de Patrimonio y reducir un trabajo profesional a meras estadísticas y porcentajes, sin empaparse realmente de su actividad. Se realiza un análisis sólo cuantitativo sin tener en cuenta el cualitativo. Y de este intento de descrédito es cómplice Juan Manuel Moreno Bonilla. Este organismo fue Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales, Premio de la Real Fundación de Toledo y Premio Hispania Nostra en la categoría de intervención en el territorio y paisaje.

También recuerda el dirigente socialista que la propia Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico organizó el pasado mes de diciembre un el acto institucional de reconocimiento por los 30 años de trayectoria del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, que definía “como centro de excelencia científica en torno a los bienes culturales”.