Todavía no hay confirmación oficial, pero sus compañeros del sindicato y su mujer lo han trasladado a diversos medios: el juez de vigilancia penitenciaria ha concedido el tercer grado a Andrés Bódalo cuando se va a cumplir un año y cinco meses de su ingreso en prisión tras haber sido condenado a tres años y medio de cárcel. El tercer grado implica un régimen de semilibertad que le obligaría a permanecer privado de libertad únicamente ocho de las 24 horas del día. Bódalo ya había disfrutado sin problemas de varios permisos.

La Audiencia de Jaén le impuso esa condena en octubre de 2015 por un delito de atentado con la agravante de reincidencia al exteniente de alcalde y concejal del PSOE en Jódar Juan Ibarra. Además se le condenaba a pagar 1.800 euros en multas y al pago de una indemnización de 200 euros. Un error de la procuradora al no presentar el recurso en tiempo y forma ante el Tribunal Supremo provocó que la sentencia fuera automáticamente firme.

El juez ha tenido en cuenta que Bódalo ha satisfecho la responsabilidad civil al que le obligaba la sentencia, además de las multas. También se ha tenido en cuenta que Bódalo tendrá  un puesto de trabajo cuando salga de prisión. El sindicalista y sus compañeros, sin embargo, siempre consideraron injusta su condena, en la que veían ocultas razones políticas.