Los actos centrales e inmensos que los socialistas andaluces organizaban sucesivamente, campaña tras campaña en la localidad sevillana de Dos Hermanas, han supuesto durante mucho tiempo un talismán electoral que les llevaba a la victoria.

Con las encuestas en contra
Hoy, con las encuestas en contra, el PSOE tanto federal como regional, se agarra como un clavo ardiendo a este símbolo socialista para iniciar una remontada que las encuestas le niegan. No ha extrañado por ello que el acto además de su carga electoral y de movilización de una militancia pesimista posea otra vertiente no menos relevante: La vuelta al escenario político compartido de dos líderes y referentes del socialismo nacional, Felipe González y Alfonso Guerra, antaño tándem indisoluble y hasta ahora, sino enfrentados, si separados.

El pacto del Betis y el clan de la tortilla
El Pacto del Betis del socialismo nacional, el clan de la tortilla, intenta revivir ahora más que nunca haciéndole un hueco al candidato Alfredo Pérez Rubalcaba. El CIS, los trackings electorales, las encuestas negativas de los medios de comunicación en “opinión publicada” y una pesimista opinión pública junto a un fatalista ambiente electoral edulcorada con las malas noticias económicas nacionales e internacionales, obligan a que el acto sevillano que comenzará en breve, sirva de aldabonazo a las conciencias de los millones de españoles indecisos o abstencionistas, para que vayan a las urnas en clave progresista.

El Ave Fénix socialista
Es la ,y tal vez única, gran esperanza que le queda al socialismo español para fumigar la oleada absolutísima de gaviotas que se le avecina. Un Ave Fénix que resucite de sus cenizas sin apagar aún y que bien alentada podría echar llamarada de nuevo. Un golpe sociológico en la mesa, un cambio en la conciencia política de millones de electores aletargados. El PSOE necesita de este “Espíritu de Dos Hermanas”, pero no solo en Andalucía si no que los pájaros de Hitchcock, juego cinematográfico, tan inspirado como cruel, levanten el vuelo, cuelguen el fatalismo y se enfrenten, en todos lados y a pecho descubierto, contra la plaga de gaviotas que, como una nube de cenizas del Grimsvötn, amenazan con oscurecer el cielo nacional abarcándolo todo. De ahí que “pelea por lo que quieres”, más que un lema sea una obligación política de supervivencia socialista