El diccionario define fracturar como “romper o quebrar”, mientras que resquebrajar sería producir “una grieta superficial o poco profunda en algunos cuerpos duros”.

Está por ver cuál de los dos verbos define mejor el estado en que queda el pacto de estabilidad política que, desde 2015, mantienen PSOE y Ciudadanos después de que este último grupo registrara ayer una solicitud formal de petición de investigación sobre  un caso que incomoda tanto como avergüenza al Gobierno andaluz y al Partido Socialista: el uso por el ex alto cargo de Empleo Fernando Villén, entre 2004 y 2010, de dos tarjetas de crédito de la Junta con las que gastó 38.000 euros –que luego repuso- de los cuales casi 15.000 fueron en un prostíbulo de Sevilla.

“Preguntas sin respuesta”

Tras la nueva comparecencia de ayer en el Parlamento del consejero de Empleo, Javier Carnero, Ciudadanos no se daba por satisfecho con las explicaciones sobre el caso y se sumaba al resto de grupos en su exigencia de una comisión de investigación. El PP ya había solicitado su creación y ayer mismo lo hizo también Ciudadanos.

Tras escuchar a Carnero, la reacción del líder de Ciudadanos, Juan Marín, necesitaba pocas interpretaciones: “Ha sido una comparecencia con preguntas pero sin respuestas; salimos muy decepcionados; es una situación bochornosa que alguien se vaya a un puticlub a costa de los andaluces”.

¿Estaba sobreactuando el habitualmente flemático Marín? Es probable, pero el caso Villén es lo bastante incendiario como para que el partido naranja no quiera quemarse con él. Cuanto más lejos, mejor.

Bajo sospecha

Los hechos, que la justicia está investigando, se produjeron en la extinta Federación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE), adscrita a la Consejería de Empleo y que llegó a gestionar más de 300 millones de euros para formación de desempleados. Las sospechas sobre la gestión de ese dinero desembocaron en una investigación judicial todavía en marcha, pero la guinda del escándalo la ha puesto el descubrimiento de que quien fuera su máximo responsable, Fernando Villén, pagó en un club de alterne 14.737 euros con una tarjeta de la FAFFE.

Aunque el cargo fue anulado porque dos días después el dinero fue abonado en metálico, persisten las dudas sobre si este dinero era del propio Villén o provenía de la caja de la FAFFE. Con los antecedentes acumulados sobre la gestión en la Consejería de Empleo, origen del caso de los ERE, nadie en el Gobierno andaluz está seguro de lo que puede haber detrás ni hasta dónde pueden llegar las responsabilidades por la conducta de Villén.

“Un gobierno achicharrado”

Para el PP, la cosa está clara: el Gobierno de Susana Díaz ha estado obstruyendo la acción política y judicial en este caso y actualmente está “achicharrado por la corrupción”. La dirección popular se mostró ayer convencida de que habrá adelanto electoral, pues de ese modo Díaz se adelantaría a una virtual sentencia negativa en el caso de los ERE y evitaría la creación de esta comisión de investigación sobre el caso FAFFE.

El diagnóstico de Podemos e Izquierda Unida coincide con el del Partido Popular: están convencidos de que habrá anuncio electoral a la vuelta del verano.

La grieta

La presidenta no ha dado hasta ahora ninguna pista sobre sus intenciones al respecto, pero el hecho de que ayer Ciudadanos se sumara a la petición de que el Parlamento investigue el caso del prostíbulo abre una importante grieta en la mayoría parlamentaria que viene sosteniendo al Gobierno y que hasta ahora, pese a algunas discrepancias sobre todo en materia fiscal, ha sido una balsa de aceite.

Si Susana Díaz necesitaba un buen motivo (o una buena excusa) para adelantar elecciones, ¿lo tiene con la decisión de Ciudadanos de investigar el caso FAFFE en el Parlamento o ese dato no sería suficiente para justificar todo un adelanto electoral? A la vuelta de agosto empezaremos a saberlo.