El alicantino Francisco Torrent Terol se trasladaría a finales del siglo XIX a la ciudad de Córdoba para montar una empresa de fabricación de toneles de aceite, sin saber que su sello y marca iba a tener presencia cien años después en más de cinco continentes y que exportaría al extranjero el 93% de su producción de aceituna de mesa. Esta empresa cordobesa tiene en su ADN el mensaje de la internacionalización, lo que le ha permitido ser finalista en la última edición de los Premios Alas de la Agencia Andaluza Extenda.De los 154 mercados que hay para el sector de la aceituna en todo el mundo, Aceitunas Torrent, está presente en 78. “Había países que era interesante llevar el consumo de la aceituna hasta esas zonas. El mercado nacional antes de la crisis era muy fuerte pero en nuestra empresa siempre nos ha gustado la apuesta por los nuevos tiempos, lo que nos ha permitido estar en la vanguardia”, declara Francisco Torrent, el actual consejero delegado de la empresa de la cuarta generación.ADELANTADO A SU TIEMPOYa desde sus inicios, el pionero Torrent inició el camino de la exportación vendiendo aceitunas en 1914 en el mismísimo Brasil. Hoy la compañía opera en 65 países. La primera fábrica se situó en la calle Alfonso el Sabio, al lado de la torre de la Malmuerta, lugar estratégico ya que ahí se encontraba la antigua fábrica de Carbonell, de donde se nutrió inicialmente su negocio. Con el paso de los años, esta calle fue conocida por “Callejón de Torrent” en reconocimiento a la actividad empresarial de la familia.Décadas más tarde, en 1972, Francisco Torrent Béjar (tercera generación) emularía a su padre haciéndose cargo de la experimentada empresa, trasladándola al Polígono Industrial de las Quemadas, lugar en el que ha permanecido hasta la historia reciente. En la actualidad la cuarta generación de los Torrent han creado una Sociedad Limitada con la marca, situando la fábrica en el Polígono Industrial Norte de Aguilar de la Frontera (Córdoba), con más de 90.000 m2.Un punto clave en su proceso de internacionalización ha sido su apuesta continua por la innovación. Torrent destaca el profundo interés que han tenido en “tener una investigación continua de su producto para envasar, rodajar el producto, teniendo muy en cuenta la opinión del cliente”, destaca Torrent. Todo este proceso ha sido posible gracias a una “tecnología óptima, con buena maquinaria que nos permite hacer nuevos tipo de sabores, de envases, etc”.CLIENTE PARTE DE LA EMPRESAEn Aceitunas Torrent el concepto ‘tradición’ va mucho más allá de la historia de la empresa que comenzó en el año 1898. Su variedad de aceituna negra y verde de Hojiblanca ha permitido tener “un producto autóctono en la provincia de Córdoba, que resulta por su calidad único para el cliente”. Incluso Torrent afirma que “el cliente mismo tiene que formar parte de la empresa”. Este aspecto innovador permite a los Torrent estar en la vanguardia de sus procesos en pleno siglo XX y continuar su incansable vocación exportadora.