La indignación se ha apoderado de Castilleja del Campo (Sevilla). Este pequeño municipio del Aljarafe sevillano, de poco más de 600 habitantes, ha alzado la voz de manera unánime para protestar por la falta de asistencia médica que sufren desde hace una semana. La ausencia de un sustituto para cubrir las vacaciones de Navidad de la médica titular ha dejado al pueblo sin consulta presencial, una situación que, según las previsiones, se prolongará durante dos semanas más.

La protesta vecinal, cristalizada en una concentración a las puertas del consultorio y la lectura de un manifiesto, ha recibido el respaldo total e institucional del alcalde de la localidad. El regidor ha calificado la situación de "déficit asistencial histórico", asegurando que Castilleja del Campo "no ha sufrido algo así en los últimos cuarenta años, ni siquiera en etapas de crisis económica".

El manifiesto leído por los vecinos pone rostro a las consecuencias de este recorte. Sin médico en el pueblo, los habitantes se ven obligados a desplazarse unos 15 kilómetros hasta el centro de salud de Sanlúcar la Mayor, sin posibilidad de cita previa y recurriendo, en muchos casos, a las urgencias.

"No es una solución razonable ni justa", reza el texto vecinal, que subraya el impacto discriminatorio de esta medida sobre los colectivos más vulnerables: las personas mayores, aquellos con movilidad reducida o quienes carecen de transporte propio. Los vecinos advierten que esta precariedad sanitaria es un "duro golpe" para un municipio que lucha activamente contra la despoblación: "Sin servicios no hay futuro".

Tanto el manifiesto ciudadano como la declaración del alcalde coinciden en señalar que no se trata de un hecho aislado. "El pasado verano ya vivimos una situación similar", recuerdan los vecinos. El alcalde ha sido especialmente crítico con este punto, revelando que tras los problemas estivales, la administración sanitaria aseguró que se trataba de algo "puntual" y prometió medidas para evitar su repetición. "Lejos de solucionarse, el problema ha vuelto a producirse", lamentó el primer edil. En su declaración, el alcalde tilda de "incomprensible" que, en un contexto descrito por la Junta de Andalucía de "bonanza económica y presupuestos históricos", se permita este desamparo. "La salud no puede depender del calendario ni de la falta de planificación", sentenció, exigiendo igualdad de condiciones con el resto de la comarca.

Bajo la premisa de que los habitantes de un pueblo pequeño "no pueden ser ciudadanos de segunda", la movilización exige a la Junta de Andalucía una solución real que garantice la cobertura médica ante vacaciones, bajas o ausencias. Desde el Ayuntamiento aseguran que "no van a mirar hacia otro lado" y mantendrán la defensa del acceso a la sanidad pública junto a sus vecinos, esperando que esta protesta pacífica pero firme logre devolver la normalidad asistencial al municipio.