Su historia les resultará muy familiar a quienes hayan visto o leído la célebre 'Muerte accidental de un anarquista', del Nobel Dario Fo. Fallecido en agosto de 2015, Miguel Jiménez Hinojosa nunca pudo olvidar en vida una fecha en la que todo cambio para él: fue el 24 de abril de 1971. Militante antifranquista procedente del barrio sevillano del Cerro del Águila, Miguel contaba entonces con tan solo 23 años de edad y fue detenido y conducido a un piso en Barcelona por los funcionarios de la Sexta Brigada Regional de Investigación Social Atilano del Valle Oter y Francisco Rodríguez Álvarez. En circunstancias nunca esclarecidas totalmente, le dispararon a bocajarro y posteriormente fue lanzado por una ventana. Su vida, marcada por la lucha y el compromiso, tendrá por fin el reconocimiento debido con una calle en el Distrito Sur de la ciudad de Sevilla. Los datos de su historial, incluido por la justicia argentina en el proceso de investigación de los crímenes franquistas, recuerdan que a Hinojosa le diagnosticaron en el Hospital Clínico de Barcelona "que sufría conmoción cerebral con posible fractura de la base del cráneo, fractura de pelvis, rotura hepática, contusiones y heridas varias de pronóstico muy grave”. Una sentencia, de octubre de 1976, condenó a Atilano del Valle y Antonio Álvarez como responsables de dos faltas de lesiones a dos penas de 12 días de arresto menor. Ambos pagaron una indemnización de 7.500 pesetas. Uno de sus captores, Atilano del Valle Oter, quien recibiría en servicios la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo, está incluido en esa causa 4591/10 por “los delitos de genocidio y/o crímenes de lesa humanidad cometidos en España por la dictadura franquista entre el 17de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977 instruida en el Juzgado Nº 1 de Buenos Aires”. Vinculado al movimiento comunista en plena dictadura, Hinojosa sufrió su primera detención con tan solo 20 años cuando estaba distribuyendo ejemplares de 'Mundo Obrero', órgano de difusión del Partido Comunista, en la ciudad de Sevilla. Tras pasar trece días en comisaría, sería acusado de asociación ilícita y propaganda ilegal en el Tribunal de Orden Público. Fue condenado a tres meses de cárcel. CONDENA DE 16 AÑOS
Noticia del Consejo de Guerra a Hinojosa, publicado en el periódico La Vanguardia. Noticia del Consejo de Guerra a Hinojosa, publicada en el periódico La Vanguardia.

Tras la segunda detención de Barcelona, fue juzgado en Consejo de Guerra y condenado a 16 años. Hinojosa pasaría por las cárceles franquistas de Barcelona, Soria, Segovia y Jaén durante 5 años, 6 meses y 4 días y saldría en libertad en octubre de 1976. Según el testimonio de los policías en el juicio militar, Hinojosa llevaba una navaja consigo en el momento de la detención, cuando en realidad el joven fue esposado inmediatamente por los dos policías (que nunca llegaron a identificarse), que de inmediato comenzaron a golpearlo fuertemente en la cabeza. Hinojosa recordaría la asfixia sufrida en el cuarto de estar de aquel piso y los gritos de alerta a los vecinos. Al ser de nuevo golpeado y perder el conocimiento, los dos policías decidieron arrojar su cuerpo desde un tercer piso, lo que le provocó graves lesiones de por vida en órganos vitales. Las secuelas de aquella detención nunca le permitieron volver a ser el que era. Con el hígado trasplantado, Hinojosa fue declarado como incapacitado total veinte años antes de su jubilación. A los 67 años, moría en agosto de 2015 sin poder llegar a declarar contra sus verdugos en la querella argentina. UNA CALLE EN EL DISTRITO SUR Hinojosa pasaría el resto de su vida residiendo en la avenida de la Paz de la ciudad de Sevilla. Ahora, una iniciativa del distrito Sur de la ciudad, promovida por Rosa Fernández, representante de la asociación de mujeres Sibalis, rescata su memoria con una calle que llevará su nombre. Todos los grupos políticos de la ciudad, incluido el Partido Popular, votaron a favor del nombre de Hinojosa para esta calle en Sevilla.