La idea fue de Felipe González. O al menos así ha quedado para la historia: por primera vez un Gobierno decidía anteponer el sur al norte a la hora de decidir la ubicación de una infraestructura de última generación. Hace 30 años el AVE llegaba a Sevilla.
La idea ni siqueira fue aplaudida por la derecha andaluza, entonces en plena borrachera antisocialista, cuando parecía imposible desalojar al PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra de la Moncloa y del palacio de San Telmo.
En cuanto a la derecha nacional, su reproche más recurrente era que Gonzàlez había llevado el AVE a Sevilla porque él era sevillano. Ese el nivel del debate. José María Aznar llegó a llamarlo despectivamente 'el rapidillo.
Tiempo atrás, el dirigente socialista Josep Borrell glosaba con precisión la actitud despectiva de la derecha española ante la estratégica decisión del Gobierno de Felipe González de llevar el AVE al sur y no al norte: "Recuerdo muy bien –declaraba el hoy 'ministro de Exteriores' de la Unión Europea- a José María Aznar en una entrevista por televisión llamando al AVE 'el rapidillo de Sevilla' y diciendo textualmente: 'irá vacío después de la Expo y quedará demostrada una obra faraónica que no se justifica’".
Hoy las cosas se ven de modo distinto. Aznar ya no dice lo que decía. Ya nadie pone en duda que aquella fue una buena idea, pero conviene recordar, por ejemplo, que, en un titular a toda página, un periódico de la época encuadrado en las filas conservadoras llamaba al AVE ‘el tren a ninguna parte’, para regocijo de la Sevilla más casposa.
Lo ha recordado hoy en Sevilla la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, que ha destacado que la llegada del AVE a Andalucía en 1992 de la mano de un Gobierno socialista "representó y representa un antes y un después en lo que significa la integración territorial de España", toda vez que ha añadido que hoy se cumplen 30 años "de esa apertura de Andalucía al exterior".
Así lo ha indicado la ministra en declaraciones a los medios en Sevilla antes de la inauguración la jornada 'Tres décadas de alta velocidad AVE Madrid-Sevilla: hito de la vertebración y modernidad', organizada por la Cadena Ser.
l acto ha contado con una amplia representación institucional, con la presnecia de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, o el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno.
"Creo que todos somos conscientes de que si en ese momento la línea primera del AVE no hubiera empezado por una ciudad del sur, probablemente a estas alturas todavía estaríamos esperando la llegada de una infraestructura que supuso la entrada de la innovación, la posibilidad de acceder a otro tipo de ciudades, de mercados y la llegada de un turismo que ha representado un valor añadido muy importante para Andalucía", ha destacado Montero, informa Europa Press.
El AVE cumple su 30 aniversario, tras haber transportado un total de 84,4 millones de personas a lo largo de estas tres décadas entre ambas ciudades, y que sirvió de base para el crecimiento de la alta velocidad en España, que suma ya 3.729 kilómetros, una inversión de 57.200 millones de euros y hasta 465 millones de pasajeros transportados en todo el país.
El 21 de abril de 1992 arrancó este primer servicio de Renfe de alta velocidad en España, que transcurría a lo largo de 470,5 kilómetros y que tuvo un coste de 3.250 millones de euros. Se puso en marcha coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal Expo 92 en la capital andaluza, con paradas también en Ciudad Real, Puertollano y Córdoba.
Ese año, más de 1,17 millones de viajeros utilizaron esta línea, con una media mensual de 164.000 viajeros. Posteriormente, sobre esta línea se han ido construyendo otras que unen con la capital española con Málaga, Granada, Cádiz, Huelva, Algeciras, Antequera o Puente Genil, siendo utilizadas en su conjunto por más de 113 millones de viajeros.