Se ha filtrado que el Gobierno andaluz en plena vorágine por “cambiar la imagen” de la Junta pretende cambiar el ya clásico logo (la “palmera” para unos o el “paraguas” para otros) como se le conoce y reconoce ampliamente. Se trata de la bandera en forma de arco de medio punto que se extiende y se convierte en ondas. Ahora, el cambio propiciado sería por una simple “A” con una desviación a la derecha de la grafía.

Se ha conocido también que el coste del cambio de imagen corporativa tendrá un precio de 50.000 euros y que el consejero de Presidencia, encargado del asunto y responsable personal e esta iniciativa, quiere que sea efectiva la medida y se haga pública coincidiendo con el Día de Andalucía. Es decir el 28 de Febrero pretende presentar en sociedad el nuevo logotipo e imagen institucional.

Emblema de la Junta de Andalucía.svg

 

Una especie de A torcida vendría a sustituir todos los elementos que conforman la imagen corporativa e institucional de la Junta de Andalucía por deseo expreso de Elías Bendodo en ese deseo irrefrenable y casi febril de cambiarlo todo para diferenciarlo de la etapa socialista.

Nuevo logo

Licitación en marcha

El asunto ya está tan avanzado que se ha sacado a licitación el proyecto definitivo con un contrato de 50.000 euros. Pero el dato económico del concurso de cambio de logo encierra otro ¿Cuánto costará realmente la adaptación de la nueva imagen? ¿Cuántas aplicaciones corporativas deberán ser modificadas y cuál será su coste?

Y es que un cambio de logotipo en una administración tan grande como la andaluza, con 11 macro consejerías con sus distintos departamentos y ocho provincias, numerosas empresas públicas y entes, oficinas, hospitales públicos, centros de salud, colegios y centros educativos, etc…supondrá un enorme coste, un gasto millonario.

Un derroche de dinero que costará la nueva “A”

El cambio de logotipo y el concurso de 50.000 euros es el “chocolate del loro”, un gasto mínimo comparado con el que implica anular todos los impresos y formularios e imprimir nuevos con las adaptaciones del diseño. Supone miles de rótulos y señalética incorporando los cambios: miles y miles de uniformes, sábanas, toallas, en la ropa laboral de los hospitales y centros de salud; otra rotulación de vehículos, tarjetas, sobres, papel administrativo, imagen de centros deportivos, folletos de promoción, autobuses, colegios, vallas de las obras públicas, rótulos de edificios y de patrimonio cultural, rutas turísticas, publicaciones, folletos, libros, etc... En total un coste que será enorme y del que se desconoce su gasto.

Del cambio al “cambiazo” con un coste enorme

Porque evidentemente no se va a cambiar un logo para mantener la imagen corporativa anterior. Todo cambio de imagen conlleva un gasto enorme e inmenso en su adaptación y por la dimensión de esta comunidad autónoma, más si cabe.

Recortes y protestas sanitarias y en educación


En un momento donde las protestas sanitarias son tremendas por la carencia de personal, falta de contratación y que se está extendiendo a la educación pública, una medida como esta no solo no está justificada sino que es todo un derroche como consecuencia de anular la imagen anterior de la etapa socialista ¿Este era el cambio? Más bien el “cambiazo”.