La grave situación que vive Málaga por los efectos y consecuencias del Covid-19, amortigua y hace un efecto silenciador de la tensa situación política que se vive en el Ayuntamiento de Málaga. Tras vivir un tiempo de ausencia forzada del alcalde y de liderazgo municipal por un ictus que sufrió el 3 de abril y por el que tuvo que ser ingresado e intervenido quirúrgicamente, vino la enorme fractura el 4 de mayo tras darse de baja de Ciudadanos el concejal Juan Cassá​ y anunciar su paso al grupo de no adscritos tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación de la que era el portavoz naranja.

Este paso dado por el edil ahora no adscrito ha dejado en precario al equipo de Gobierno pues la suma de concejales del PP y la de Ciudadanos no dan para la mayoría absoluta. Sin embargo si Cassá une sus votos al grupo socialista y al de Adelante Andalucía, sí tienen en ese dígito numérico que hace del asturiano esencial y vital para la gobernabilidad municipal.

El reciente regreso del regidor tras su convalecencia no ha aportado el sosiego y la estabilidad que el Consistorio necesita. Si en un primer momento sorprendió a propios y extraños ofreciéndole a Cassá entrar en el equipo de gobierno y así recuperar la actividad perdida y, de paso, alejar el fantasma de una hipotética moción de censura, hoy las informaciones que se reciben alejan de nuevo esa posibilidad.

Y es que si De la Torre con su jugada, exitosa inicialmente, de integrar en el equipo de Gobierno a un edil no adscrito pareció que lograba la “nueva normalidad” política, poco le ha durado la alegría ya que hoy la concejala de Ciudadanos, Noelia Losada, se ha desdicho de lo asegurado la pasada semana y le ha comentado en llamada telefónica al alcalde  que “nanai” de tragar con Juan Cassá, que “donde dije digo, digo Diego” y que su ex compañero edil lo que debe hacer es dejar su acta e irse a su casa para que entre otro compañero y lo sustituya. Losada ha ido más lejos y no solo le ha dicho a De la Torre que no quiere a Cassá Lombardía en el equipo de gobierno de ninguna de las formas sino que le ha avisado de que de seguir adelante con la idea de incorporar al asturiano, Ciudadanos se replantearía y renegociaría el pacto de legislatura alcanzado con De la Torre. O lo que es lo mismo, que se va del gobierno local con lo que ello significaría de agravamiento de la ya por sí inestable situación del Consistorio. Todo un órdago y un nuevo frente abierto al PP malagueño.

La oposición de la concejala naranja no es solo individual -que lo es y mucho- sino que ella ha hablado también en el nombre de dirigentes de la formación en Málaga y de la militancia a los que no les gustó que Losada aceptara en un primer momento la cohabitación con el “nuevo” Cassá.

Malestar en Ciudadanos Málaga

Esta posición, sobrevenida y cambiante de Ciudadanos, se basa por un lado en una manifiesta incompatibilidad personal y política de la ex militante de UPyD y ahora concejala de Ciudadanos con Juan Cassá, enfrentamientos que arrancan desde la confección de la candidatura y que se incrementaron posteriormente llegando al grado de animadversión recíproca. También apuntan a un fuerte malestar interno entre la militancia por la aceptación inicial de Losada.

Arrimadas dice no

Pero para ser certeros habría que apuntar más alto. Ciudadanos desde Madrid tampoco habría dado el visto bueno a la operación. Esto fue fácil de deducir cuando a los pocos días de que Losada aceptara que el edil no adscrito se integrara en el equipo de Gobierno, tal y como le propuso el alcalde, el diputado por Málaga y hombre con mando en la organización por ser una de las personas de confianza y de contacto de Arrimadas en Andalucía, el diputado Guillermo Díaz, sorprendiera con unas declaraciones claramente humillantes y despreciativas hacia su ex compañero de partido.

Madrid denigra y humilla a Cassá

Díaz llegó a decir en declaraciones al Diario SUR que si Cassá entraba en el Gobierno local “para Cs sería un tercero con el que el PP tendría un acuerdo, pero nosotros, no”. Poniendo más énfasis en denigrarlo el diputado insistió: “Tendría que entregar su acta porque firmó la carta ética y todo lo que vaya más allá está mal hecho. Cumplir un compromiso ético es esencial, uno decide si cumple sus compromisos o no y se define por ello”.

Con este escenario de hoy, formar un gobierno entre ediles que no se hablan –ni se van a hablar-, lloviendo sobre mojado con las inquinas existentes y susceptibles de empeorar día a día con declaraciones en las que a Cassá se le coloca como un apestado (el “tercero” Díaz dixit), es lógico que las alarmas se hayan encendido en el PP malagueño.

Daniel Pérez: “Hay una Málaga que pasa hambre”

Mientras esto ocurre entre PP y Cs, el portavoz socialista, Daniel Pérez pide “centrar todos los esfuerzos porque hay una Málaga que pasa hambre”. Además exige al alcalde de manera tajante "trabajar codo con codo en una comisión de trabajo porque Málaga no tiene ni un sólo minuto que perder y hay muchas familias pasando hambre en nuestra ciudad y esperando que hagamos algo". 

Y aviso al regidor: "Alcalde, no es el momento de hablar del Auditorio, ni de vías perimetrales ni de la Expo 2027. No es el momento del cemento, es el momento de las personas. Le animo a que, más allá del saludo codo a codo, nos pongamos a trabajar codo con codo. Hay una Málaga que pasa hambre y tenemos que estar a la altura".