El Ayuntamiento de Granada sancionó con 900 euros a Raúl Ruiz, un grafitero internacional conocido como 'El Niño de las pinturas', por pintar en 2011 un mural en una fachada de propiedad privada del barrio del Sacromonte.

La obra no daña el patrimonio
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 3 de Granada ha acogido ho la vista por la demanda contra la multa del artista, que ha defendido que su obra no daña ni al patrimonio del barrio ni al medio ambiente, además de considerar que la sanción se notificó prescrita y que la cantidad no era proporcional a su acción.

Se impidió recurrir la multa
Según informa Canal Sur la abogada, María José Adán, ha defendido que el Ayuntamiento no notificó el procedimiento administrativo hasta que la sanción era firme, lo que impidió recurrir la multa, y ha recordado que el grafitero contó con el permiso expreso del propietario de la pared para realizar su diseño.  "No se estaba pintando una fachada ni un mural, porque era la pared interior de una propiedad privada. Se cambió un dibujo horroroso por arte", ha destacado la letrada.

Estaba "rehabilitando"
Los demandantes han subrayado que, según el parte policial, el grafitero estaba "rehabilitando" y no pintando la pared, lo que a su juicio no se encuadra en ningún tipo de infracción de las ordenanzas municipales porque ni era un mural, ni afectó al mobiliario urbano ni provocó daños en bienes municipales.

El ayuntamiento pidió al grafitero que pintase muros
La letrada del grafitero ha presentado como prueba un decreto del Ayuntamiento granadino en el que piden al multado que pinte muros del Zaidín para ofrecer al barrio, según el decreto, "su genio artístico", lo que han considerado "una incoherencia porque le piden que pinte pero le multan por hacerlo en un propiedad privada".

Sin ordenanza
Durante la vista, han incidido en que la sanción vulnera la presunción de inocencia ya que la ordenanza municipal no prevé la posibilidad de hacer murales artísticos y han reprochado que la multa responda a la falta de un permiso para hacerla cuando el Ayuntamiento no cuenta con trámites para pedir este tipo de licencias.

Pintando una cueva
"Estábamos pintando la cueva, haciendo un dibujo que viene a seguir la cultura que se promueve allí. Todos los recursos a multas que se han desestimado son por no tener un permiso del ayuntamiento que no existe, porque sólo se ha dado uno para pintar en el botellódromo", ha explicado Ruiz a preguntas de los periodistas. Su abogada ha incidido en que la actuación multada no daña ni al patrimonio ni al medio ambiente y ha reiterado que "el arte" no se puede multar.

Postura del ayuntamiento
El representante del Ayuntamiento ha descartado que la obra fuera una rehabilitación y ha defendido la multa por actuar en una fachada en blanco, sin licencia para hacerlo, según el informe policial, en un acto que ha quedado visto para sentencia.