El escándalo de los cribados del cáncer de mama en Andalucía está suponiendo uno de los episodios más trascendentales en el segundo mandato de Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente de la Junta de Andalucía. El descontento y la irritación de los ciudadanos de esta comunidad autónoma son cada vez mayores, viéndose alimentados por la falta de respuestas claras en torno a qué ha ocurrido en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para que se hayan dado fallos tan importantes en la comunicación de los resultados, por la posibilidad de que esta situación pueda estar afectando a otras enfermedades y la reciente denuncia realizada por la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (AMAMA) que ha apuntado a una alteración de informes clínicos en la aplicación ClicSalud+. 

La tensión viene siendo cada vez mayor en Andalucía, donde la Fiscalía ya ha abierto procesos de investigación sobre este caso y los ciudadanos han pedido en distintas, y multitudinarias, manifestaciones la dimisión inmediata de Moreno Bonilla por esta situación en la que el cáncer ha avanzado en numerosas mujeres y habiendo llegado a provocar la muerte de otras, según ha indicado AMAMA. 

Moreno Bonilla y su aceptación entre los ciudadanos: situación de crisis

Este fin de semana, ElPlural.com publicará una entrevista realizada al presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes. Una conversación en la que el político jienense hace un análisis de la política local, relata cómo es la relación con otras administraciones y realiza una lectura del panorama actual que enfrenta Moreno Bonilla, del cual opina convocará elecciones o no en función de cómo avancen una serie de condicionantes. Unos condicionantes que, tal y como observa, se encuentran ligados a la gran masa ciudadanía que pide que deje su cargo, lo que vayan indicando las encuestas y lo que ocurra en otras comunidades españolas. 

En estos momentos, la imagen pública de algunos de los líderes autonómicos del Partido Popular pasa por momentos complicados. Serían los casos, por ejemplo, de Alfonso Fernández Mañueco, cuya gestión de los incendios le ha llevado a enfrentar numerosas críticas y presiones de los ciudadanos, y el mencionado Moreno Bonilla, sobre quien Francisco Reyes señala que los andaluces están poniendo especialmente el foco obviando ya a los consejeros y apuntando directamente hacia él en las protestas que hacen en su contra en los municipios que visita.

Le esta haciendo mella y le está doliendo al ver que ya sí están mirándolo a él... Lleva casi siete años de perfil con todos los problemas, iba de guay y se presentaba como persona amable y moderada, pero en este tiempo no ha resuelto ni un solo problema

 

Extremadura, el campo de pruebas electoral de Feijóo

Así, Francisco Reyes explica en la entrevista concedida a ElPlural.com que la ciudadanía está pidiendo responsabilidades al "capitán del barco", al máximo responsable y encargado de dirigir el proyecto político. El caos que se está presenciando en relación a los cribados del cáncer de mama es uno de los peores episodios de la sanidad pública andaluza en su historia, a ello se suman las extensas listas de espera y la reducción de recursos. La presión ciudadana aumenta cada vez más, si bien, el presidente de la Diputación de Jaén considera que Moreno Bonilla va a tratar de aguantar el tipo un tiempo para tratar de retrasar lo máximo posible el adelanto electoral. 

De esta manera, Reyes entiende que habrá unos condicionantes fundamentales. El primero, y habitual, los resultados que vayan dejando las encuestas, si son buenos más predisposición a adelantarlas y si son malos aguantar el tirón. El segundo, el devenir de las elecciones anticipadas recientemente convocadas por María Guardiola en Extremadura.

Según Reyes, María Guardiola ha puesto los intereses de Extremadura y sus vecinos a disposición de Feijóo. Así, observa que el PP ha encontrado en el bloqueo a los presupuestos una oportunidad para hacer un experimento que determine los pasos a tomar tanto en Castilla y León como en Andalucía ante el bache que atraviesa entre los electores, así como por el avance que viene experimentando la formación de Santiago Abascal.

De esta forma, las urnas de Extremadura, al modo de ver del presidente de la Diputación de Jaén, se convierten en una opción de tanteo con la que atender a qué caminos seguir en el juego electoral en el que los ciudadanos y sus demandas parecen quedar en un segundo plano.

A ver si Vox no nos quita mucho, a ver si el PSOE no gana mucho y según lo que ocurra en Extremadura, pues tomarán decisiones en otros territorios

 

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