A Pablo Iglesias e Irene Montero va a dolerles la cabeza más de lo que seguramente habían previsto a cuenta de la adquisición en las afueras de Madrid de una vivida valorada en más de 600.000 euros. Las críticas no vienen solo desde la derecha o desde otros partidos, sino desde su propia formación.

El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, ha difundido hoy un comunicado en el que subraya que en Podemos hay un código ético que incluye "el compromiso de vivir como la gente corriente para poder representarla en las instituciones y supone renunciar a privilegios como el exceso de sueldo".

Desde luego, Kichi también tiene, como Iglesias y Montero, su propio proyecto de vida con la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, pero ni se plantea “dejar de vivir y criar a mis hijos en un piso de currante en el barrio gaditano de La Viña". Y añade, sin citar a Iglesias: "Ya es bastante privilegio vivir en la Viña, en Cádiz y con Teresa, por eso no recibo otros ingresos y por eso no genero más ahorro que el que dono cada mes”.

El regidor, que no cobra sueldo del Ayuntamiento de Cádiz, ha percibido como diputado provincial un total de 6.577,48 euros entre los meses de marzo y abril, de los cuales ha donado el 40 por ciento.

El alcalde, perteneciente a la corriente Anticapitalistas de Podemos, no presume de donar una parte tan importante de sueldo, pero tampoco lo oculta. No se trata, argumenta, “de la donación en sí misma”, se trata de “no parecernos a la casta, es no ser como ellos porque vinimos a desalojarlos a ellos después de que hubieran estado desahuciando por miles a nuestra gente, es no vivir como ellos, es parecernos al pueblo que nos eligió y al que seguimos siendo leales".