El candidato de Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, y la vicepresidenta del Gobierno protagonizaron el momento más tenso del debate. La corrupción tuvo que ser la que descolocara a la todopoderosa Soraya Sáenz de Santamaría, que hasta ese momento había toreado con seguridad todos los argumentos de los contrarios tirando de argumentario popular y vendiendo los logros del Gobierno. La mención del célebre SMS de Mariano Rajoy a Luis Bárcenas por parte de Iglesias, aquello de "sé fuerte, Luis sé fuerte", le hizo perder los papeles al recurrir al 'y tú más' en su respuesta. "Paga, Monedero, paga", replicó en alusión al escandalo del exdirigente de Podemos, que cobró más de 400.000 euros por sus trabajos como asesor político a traves de una sociedad beneficiándose de un tipo impositivo mucho menor, tal y como destapó ELPLURAL.COM.

La vicepresidenta no dudó en asegurar que el PP se sentía avergonzado por la corrupción y convirtió al Gobierno de Rajoy en el primer Gobierno que ha dado un paso al frente, según ella, para acabar con esta lacra. Un argumento que no cuadra con la actitud de la dirección de Génova 13, también en manos de Rajoy hacia la Gürtel, obstaculizando la acción de la justicia hasta el punto de que el juez instructor acabó expulsandoles de la acusación.

Su rifirrafe con Iglesias
Son muchos los analistas que coinciden en que la ausencia de Mariano Rajoy, de vacaciones en Doñana, le había ahorrado de pasar el trago de dar explicaciones sobre la presunta doble contabilidad del PP y el escándalo Bárcenas. Sin embargo, la "señora Soraya", tal y como se dirigió a ella Pablo Iglesias, no consiguió ahuyentar del todo el fantasma de la corrupción. El  líder de Podemos le recordó por ejemplo las más de 20 horas que estuvo la Policía registrando la sede del PP en busca de pruebas de la supuesta caja B. También menospreció las medidas del Ejecutivo contra la corrupción de las que presumía la vicepresidenta poniendo como ejemplo la Ley de Enjuiciamiento Criminal -"bautizada como ley Berlusconi-. Fue entonces cuando bajó se sintió acorralada y estalló: "La habrá bautizado usted", a lo que Iglesias le replicó: "No se ponga nerviosa". 

"No se preocupe, se lo digo con el mejor tono y todo el respeto y no le estoy acusando a usted de estar detrás de ningún caso de corrupción", continuó Iglesias. "Es que no lo estoy", se defendió tajantemente la número dos del Ejecutivo. 

Iglesias no se amilanó y subrayó que el Gobierno podría haber hecho mucho más contra la corrupción investigando a Rodrigo Rato en lugar de ser recibido en el Ministerio del Interior. "Por deferencia y por respeto a la gente que nos está mirando deberían pedir perdón en otro tono por haber sido el partido de la corrupción", concluyó.

Su comentario sacó de sus casillas a Sáenz de Santamaría, que defendió que ella no había hablado de Podemos como una formación que no paga sus impuestos teniendo en sus filas a Juan Carlos Monedero. "Sé fuerte, Luis, se fuerte", fue la respuesta de Iglesias, a lo que la vicepresidenta, fuera de sí, replicó: "Paga, Monedero, paga". 

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 Pedro Sanchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría, durante el debate de Antena 3. EFE

Acorralada también por Sánchez y Rivera
No lo tuvo mejor ni con Pedro Sánchez, que le dio en la cara cuando intentó desviar la atención a los ERE's de Andalucía: "¿Cómo voy a pactar con el PP, con el señor Rajoy, que manda 'sms' a Bárcenas?", subrayó Sánchez. El líder socialista reprochó a la vicepresidenta el listado de delitos que se investigan en relación a la presunta financiación ilegal del PP: asociación ilícita, prevaricación, cohecho continuado, estafa, delitos contra la hacienda pública... También le recordó que la sede de Génova 13 ha sido pagada con dinero negro.

Albert Rivera le mostró una portada del diario El Mundo según la cual el extesorero del PP hizo pagos a Rajoy cuando era ministro. El líder de Ciudadanos, sin embargo, tiró la piedra y escondió la mano ya que su gesto sólo buscaba evidenciar, una vez más, la ausencia de Rajoy. Así, explicó que prefería no entrar en ese asunto -"voy a guardar esto, porque Rajoy no ha venido"- y "hablar de soluciones". 

Rajoy el ausente
Fue la sombra que planeó durante todo el debate. Pese a que Soraya quiso aclarar que en el PP son un equipo, frente a los proyectos unipersonales de otros, lo cierto es que no convenció a nadie. Ante la pregunta de por qué no ha acudido a este debate el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta explicó que se debe a que el PP es un "equipo amplio" que trabaja en conjunto para los españoles y que tiene un líder "seguro" y cuenta con responsabilidades compartidas. Para ella, eso es lo que necesita España, proyectos conjuntos y compactos, y por eso le preocupan las propuestas "unipersonales y personalistas" de otros partidos.

Empleo y reforma laboral
Durante el bloque económico evidenció que la España en la que vive el PP no tiene mucho que ver con el día a día de los ciudadanos. Sin aclarar la letra pequeña de las cifras, defendió la bonanza económica gracias a la gestión popular. Las alusiones a la manida herencia recibida fueron continuas y subrayó sin sonrojo que cada día 1.500 españoles consiguen empleo. También defendió que el Gobierno de Rajoy consiguió evitar el rescate financiero con la consiguiente intervención de la troika. En un alarde de soberbia, repetido en varias ocasiones en el transcurso del debate, reprochó a los tres candidatos a la Presidencia que ya le gustaría a ella verles sentados en el Consejo de Ministros: "Es muy fácil hablar y muy difícil gobernar". Y recordó las dificultades con las que se encontró hace cuatro años al llegar a Moncloa. 

Pablo Iglesias le replicó que hace cuatro años él si estaba en la vida real y cobraba 930 euros al mes como profesor interino en la universidad. Si los que han gobernado conocieran estos contratos sentenció, "a lo mejor nos hubiera ido mejor".

Pedro Sánchez se comprometió a derogar por completo la reforma laboral y a establecer tres tipos de contratos: indefinido, temporal y en formación. El líder socialista metió en el mismo saco al PP y a Ciudadanos con su contrato único. "Hablemos claro: que sepan en España que el contrato único es una vuelta de tuerca a la reforma laboral", censuró Sánchez.

Pactos postelectorales
Ninguno de los candidatos quiso mojarse sobre posibles pactos postelectorales. Rivera dijo que si no lograba la mayoría no apoyaría ni al proyecto del PSOE ni al de PP, aunque tampco bloquearía la formación de gobierno al partido más votado. Esta fue precisamente la petición de Soraya Sáenz de Santamaría, que defendió con insistiencia que se permita gobiernar a la lista que mayor número de votos consiga. 

"Les oigo hablar de bipartidismo. Ojo, no sea que la sustitución del bipartidismo sea un tripartito de perdedores. Nunca ha funcionado bien en ningún lugar de España", advirtió. En su opinión, la mejor manera de "respetar la voluntad de los ciudadanos" es permitir que gobierne la lista mas votada. Para reforzar su idea, hizo un desafortunado símil futbolístico, asegurando que es como si ganaran la liga "el segundo, el tercero y el cuarto" sumando sus puntos. Esta peregrina teoría le valió una nueva pulla de Iglesias, que tuvo que recordarle que el sistema español es parlamentario y no presidencialista. 

Rivera recomienda la película de moda
En relación a Cataluña, Pedro Sánchez defendió su modelo federal y la reforma de la Constitución y Albert Rivera recomendó ir a ver "Ocho apellidos catalanes" para valorar la pluralidad de su tierra.

Como anécdota del debate, la metedura de pata de Pablo Iglesias que situó al asesor económico del PSOE Jordi Sevilla en el Consejo de Administración de "House Water Watch Cooper", en referencia a la consultoría Pricewaterhouse Coopers. Su error provocó el inmediato cachondeo en las redes sociales y la aparición de una nueva página web que se define textualmente como "contulsoria de nombre asburdo".

El minuto de oro
Al final del programa, cada candidato tuvo un minuto para explicar por qué merece la pena votarles a ellos y no a otros.

Pedro Sánchez

"La mayoría de españoles no quiere 4 años más de Mariano Rajoy al frente del Gobierno. La única opción de cambio es la del PSOE para levantar el pacto entre generaciones. Esa cadena de solidaridad es la que siempre ha puesto en pie el socialismo en Europa y España y que la derecha quiere derrumbar".

Sáenz de Santamaría

"Hace 4 años los españoles decidimos un gran cambio y ahora crece. Es justo reconocer los esfuerzos de los españoles. Hemos hecho lo más difícil en el momento más complicado. Tenemos proyecto, equipo y experiencia".

Albert Rivera

"Los españoles somos afortunados porque tenemos una democracia. Tenemos que ir a votar por nosotros y por nuestros antepasados. Tenemos que participar en el cambio de etapa hacia esta nueva transición. La ilusión vencerá al miedo el próximo 20 de diciembre".

Pablo Iglesias

"Solo quiero pedirles dos cosas. Que no olviden la Gürtel, la reforma laboral, las tarjetas Black, los EREs, la Púnica, las colas en Sanidad, los recortes... La segunda cosa es que sonrían al 15M, a los que paraban desahucios, a las madres que trabajan 15 horas, a los trabajadores que se levantan a las 6 de la mañana para ir a trabajar..... sonrían que sí se puede".