Parece haber una unanimidad global en cuanto a la necesidad de preservar la naturaleza. Un acuerdo común en proteger las especies animales de cualquier tipo, mucho más aquellas que están en peligro de extinción. Cuando alguien se sale de este guión llama la atención. Y aunque exponga sus argumentos, es difícil darle la razón.

Ataque de tiburón

El último caso de esta variación del discurso la ha dado el popular surfista Kelly Slater. Slater, 11 veces campeón del mundo de surf, ha realizado un polémico comentario en Instagram. Jeremy Flores, otro reputado surfista, subió una foto homenaje a Alexandre Naussance. Este joven de 26 años murió esta semana tras sufrir un ataque de tiburón en las costas de la isla de Reunión, en el océano Índico. Slater sacó su vena más racial. En el comentario del post pide que haya una matanza de tiburones en la zona para evitar sucesos como este. “Hay un claro desequilibrio en esa zona de océano. Si todo el planeta tuviera esas tasas de ataques de tiburón, millones de personas morirían cada año, literalmente”, explota el surfer. Recuerda que se han producido 20 ataques desde 2011. Y concluye reclamando una intervención inmediata al gobierno francés, que seguramente no tenga nada mejor que hacer.

Reacciones contra Kelly Slater

Como era de esperar, el comentario de Slater ha provocado una ola que ni él sería capaz de cabalgar. Ya en el mismo post de Flores, los usuarios cargan contra el deportistas, llamándole de todo. Muchos le advierten que más tiburones mueren cada año a manos de los seres humanos. En concreto de 70 a 100 millones de ejemplares. Otros le puntualizan que el surf se trata de un deporte de riesgo donde el practicante se expone, voluntariamente, a muchos peligros. Desde ataques como este a estrellarse contra las rocas. Sin que a nadie se le ocurra allanar el fondo marino. De hecho, al parecer Naussance ignoró las advertencias de los guardacostas locales. Estos vigilantes habían avistado aletas de escualos cerca de las playas y avisaron a los surfistas del peligro que corrían si se adentraban en el agua. Aún así, el joven decidió y en busca de olas para practicar bodysurf. Bajo su cuenta y, en este caso, evidente riesgo.