Javier López Madrid, detenido en el marco de la Operación Lezo que investiga la presunta corrupción en el seno del Canal de Isabel II durante la época de Ignacio González, es uno de los personajes más controvertidos de los últimos años, salpicado por demasiados asuntos turbios que van más allá de los investigados ahora.

Hablamos del yerno del todopoderoso Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL, al estar casado con su única hija, Silvia Villar Mir. Su carrera profesional arranca en Londres, en la central del banco de inversión Goldman Sachs y, tras pasar por varios centros empresariales, acabó en OHL, la empresa de su suegro, que es una de las mayores constructoras y empresas de servicios de España.

Uno de los primeros casos en los que se vio implicado fue el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrid, con las que gastó casi 35.000 euros de dinero B en restaurantes, hoteles y viajes. Cuando estalló este asunto, López Madrid fue arropado por los actuales reyes de España, con los que mantiene una cercana amistad desde hace mucho tiempo.  

López Madrid intercambió mensajes con la Reina Letizia, desvelados por eldiario.es en los que ella le decía:

“Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!!)”

Un mensaje ante el que López Madrid contesta que “vivimos en un país muy complicado”. Es en ese momento cuando entra al chat el rey Felipe VI:

 “¡Y tanto! Me uno al chat, pero prefiero tener un rato para charlar sin intermediación electrónica ni telefónica. Comemos mañana? Abrazo”.

Ante la imposibilidad de quedar de López Madrid, que en ese momento estaba en San Francisco, Felipe VI le desea que pueda disfrutar lejos de “este barullo”.

“Ahí va! Pues claro que no, hombre. Era por charlar con tranquilidad. Ya cuando vuelvas hablamos. Un abrazo y disfruta algo lejos de este barullo”.

La relación en López Madrid y el actual rey viene de tiempo atrás, cuando el monarca era sólo príncipe heredero y fraguaron su amistad en el colegio Los Rosales. El yerno de Villar Mir solía presumir de haber sido cómplice de Felipe VI en su etapa de soltero, permitiéndole que se alojara en la finca de su familia en Peñaranda de Bracamonte, en Salamanca, para alejarse de los focos de la prensa del corazón y poder pasar fines de semana tranquilo, por ejemplo, con sus parejas de aquellos tiempos, como Isabel Sartorius, Gigi Howard y Eva Sannum.

Una relación rota

Una complicidad que el matrimonio de Javier y Silvia extendieron a Letizia Ortiz cuando inició su relación con Felipe. Los cuatro compartieron confidencias, así como viajes, tardes de cine o cenas en restaurantes. Incluso la afición por el yoga, que la reina Letizia practicaba junto a López Madrid en el chalet de él en Puerta de Hierro. De ahí el apelativo de "compiyogui" que utilizaba en sus mensajes.

Pero todo se fue al traste cuando López Madrid empezó a verse implicado en una ristra de asuntos turbios. El rey Felipe VI rompió las relaciones con él, algo que llegó a confirmar la Zarzuela de forma oficial, hasta el punto de que el suegro de Villar Mir acabó dimitiendo como patrono de la Fundación Princesa de Asturias.

Púnica y financiación del PP de Madrid

Otro de los sonados escándalos de López Madrid tiene que ver con el caso Púnica, en el que está imputado y tan salpicado que hasta el juez Eloy Velasco ordenó cinco registros el pasado mes de febrero. Dos de ellos fueron en los dos domicilios de López Madrid y otro en el despacho de Beltrán Gutiérrez, exgerente del PP de Madrid, para investigar los presuntos pagos del primero para financiar a la formación política que dirigía Esperanza Aguirre.

La relación de López Madrid con la Púnica era tan estrecha que su yate particular, el Myriam, fue utilizado entre 2010 y 2014 por Francisco Granados y David Marjaliza para veranear con sus respectivas familias. El acuerdo era tan amigable que se repartían las fechas para nunca coincidir los tres, pero el único que no pagaba era Granados, que utilizó el yate gratis mientras era cargo público. Los gastos corrían a cuenta de Marjaliza, el cerebro de la Púnica, que ingresó 260.000 euros en una cuenta de una sociedad de López Madrid, mientras que el propio empresario ingresó 135.000 euros. Lo que lleva a los agentes de la UCO a pensar que Granados iba a cargo de Marjaliza.

Otro de los asuntos que han salpicado a López Madrid ha sido la denuncia por acoso sexual de la doctora Elisa Pinto, que ha vivido varios vaivenes. En febrero de este año, el excomisario de Chamartín donde la doctora denunció que había sido apuñalada a la puerta del colegio de su hijo por un presunto enviado del suegro de Villar, compareció en los juzgados para reconocer que habían cometido “muchos errores” a la hora de investigar el caso y denunció que había una “mano negra” en el caso para dar la vuelta a las investigaciones, que trata de convertir al acosador en acosado y a la víctima en culpable, informa El Mundo.