Los cigarrillos son sublimes, titulaba Richard Klein su ensayo sobre el tabaco y el poder de la imagen de una estrella de Hollywood con un pitillo en los labios. ¿De verdad son sublimes, o sólo lo es el impacto de esas fotografías en blanco y negro de antaño? ¿Por qué alguien que no sólo no fuma, sino que jamás ha probado un cigarrillo (como es mi caso, aunque resulte difícil de creer), podría estar interesado en este libro sobre la historia de un hombre en su relación con este hábito? Pues precisamente por eso: para saber, para conocer aspectos de un tema del que no tiene ninguna experiencia. Del mismo modo que quienes odiamos la violencia, en cambio la amamos en el cine, o quienes no hemos degustado las drogas, nos obsesionamos con los relatos de yonquis del cine y de la literatura, con Nicotina (Alpha Decay; traducción de Juan de Sola) sucede algo similar: queremos saber qué sensaciones y qué recuerdos ha asociado una persona con los cigarrillos consumidos desde que era un chaval. Aunque deberíamos precisar: lo que nos interesa no es por qué fumó cualquier persona o por qué abandonó esa conducta… lo que nos interesa es la visión de un escritor.

Gregor Hens es un autor alemán del 65, nacido en Colonia, que en esta especie de ensayo autobiográfico se propuso alejarse de los manuales de autoayuda. Empezó a escribir el libro cuando ya había dejado el tabaco, lo que le permitió plantearse unas cuantas preguntas: ¿Cómo me convertí en fumador? ¿A qué obedecía esa necesidad? ¿Han saciado los incontables cigarrillos que he fumado a lo largo de mi vida esa necesidad? Etcétera. En poco más de 150 páginas, Hens se propone indagar en el inicio de su experiencia como fumador, y así nos va desvelando anécdotas propias, historias de famosos, luchas contra la adicción, escenas de filmes (no faltan las alusiones a Smoke y Blue in the Face)… Gregor Hens, además, ha sido un escritor nómada porque ha vivido en distintos puntos del planeta: desde su Colina natal hasta Berlín, pasando por Columbus (Ohio), donde durante años fue profesor de literatura. Uno de los aspectos más destacables de Nicotina es que su autor no es un hombre que se arrepienta de nada, no se trata de una especie de predicador que pontifica desde una tribuna y nos advierte de los peligros del cigarro, no es el "talibán del tabaco" en el que suelen convertirse los ex fumadores. Él cuenta su película y trata de entender por qué estuvo tantos años sometido al hábito de fumar miles y miles de cigarrillos.

Gregor Hens adereza los textos del libro con imágenes, que varían dependiendo de lo que esté contando (fotos personales, estampas de celebridades, detalles de objetos, planos de películas): algunas están muy bien elegidas, y otras quizá no tanto. Nicotina es una obra amena y cuenta con algunos pasajes muy literarios, que son al fin y al cabo los que engrandecen su testimonio. Dejemos que el autor ponga el cierre: Todos somos adictos, todos tenemos cuando menos una idea de qué significa obrar por una presión interior, sentir una voluntad a un tiempo extraña y familiar que actúa por su propia cuenta en nuestro interior.