El expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, junto al expresidente de Panamá, Martín Torrijos, y de República Dominicana, Lionel Fernández, se encuentran en Venezuela a iniciativa de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), para mediar entre el Gobierno de Nicolás Maduro y los partidos de la oposición con el fin de rebajar el nivel de tensión política que se vive en ese país. Zapatero llegó a Caracas la pasada madrugada (hora española) procedente de República Dominicana, donde participó como observador en las elecciones que se celebraron este domingo.

Zapatero llamó a Rajoy

Rodríguez Zapatero comunicó personalmente, a través de una llamada telefónica,  a Mariano Rajoy este fin de semana la petición de UNASUR, según ha podido saber ELPLURAL.COM. El expresidente socialista siempre ha comunicado con antelación sus viajes al extranjero, incluido el viaje que hizo a Cuba en febrero de 2015, criticado por Margallo a pesar de que el ministro de Exteriores en funciones sabía con antelación de dicho viaje, al igual que el Ministerio del Interior.

En este caso, y ante la situación política que se vive en Venezuela cuyo mandatario además ha lanzado duras críticas al Gobierno español, Zapatero quiso comunicarle personalmente la petición de UNASUR a Rajoy.

UNASUR comunicará la agenda

Tanto el expresidente español como los de Panamá y Dominicana tendrán una agenda en Venezuela coordinada por UNASUR, si bien tanto miembros del Gobierno como de los partidos opositores quieren reunirse con ellos.

Los expresidentes convocados por UNASUR son los mismos que supervisaron las elecciones parlamentarias celebradas en Venezuela el pasado 6 de diciembre, en las que venció la oposición.  En la recta final de la campaña electoral, cuando ya se preveía la victoria de los opositores a Maduro, la comunidad internacional -especialmente los países Suramericanos- temían que se produjeran enfrentamientos violentos, algo que finalmente no ocurrió. Sin embargo, desde Maduro perdió la mayoría en el Parlamento, la tensión política en ese país no ha hecho más que aumentar, lo que ha llevado a UNASUR a intentar de nuevo un papel mediador.