Ana Fernández, concejala de IU de Jerez a la que la familia de Pemán va a demandar judicialmente por sus declaraciones en un pleno  Foto de Izquierda Unida-Jerez



Sobre la concejala de IU de Jerez, Ana Fernández de Cosa, pende la amenaza de los descendientes del escritor gaditano, José María Pemán, de una demanda judicial por haber tildado a este de "fascista, misógino y asesino". Estas duras calificaciones de las que se hizo eco ELPLURAL.COM, se produjeron durante el debate del pleno municipal donde se acordó retirar un busto del poeta de un teatro municipal. La decisión de erigir la escultura en homenaje a un símbolo eminentemente franquista se adoptó el 6 de diciembre del pasado año, aniversario de la Constitución, por parte del grupo del PP, mayoritario entonces en la Corporación municipal presidida por la alcaldesa María José García Pelayo.

Personaje fascista y misógino, sin discusión
El profesor Francisco Espinosa Maestre está considerado como una de las principales figuras en el estudio y la investigación acerca de la sublevación militar, guerra civil, represión franquista y memoria histórica. Posee además numerosas obras publicadas sobre esta época de la historia de España. Espinosa ha aportado luz a esta polémica con un trabajo muy esclarecedor sobre la vida y obra del escritor. Dicho trabajo ha sido publicado en "La Voz del Sur" bajo el título de "Pemán y el golpe de julio de 1936". Afirma el investigador en este interesante documento que, en su opinión, los dos primeros adjetivos, fascista y misógeno, aplicados al escritor por la edil de IU, "tienen poca discusión: no hace falta ser un experto en Pemán para saber que fue de esos monárquicos que se sumaron sin problema al fascismo para que éste les limpiara el país. No fue el único monarco-fascista de la época, por más que luego, cuando convino, casi todos alardearan de monárquicos".

Pemán misógeno y antisemita
También analiza sobre la misoginia. Cree que esta actitud de desprecio a la mujer de que hizo gala era algo "consustancial a la derecha española, esa que, supuestamente, tenía a la mujer en tal alta estima y respeto que prefería que ni trabajara, ni votara, ni interviniera en política". Además añade una característica más de su forma de pensar. Para Espinosa "la concejala olvidó que Pemán fue también antisemita. Recuerda además como en plena guerra civil Pemán fue responsable del "expurgo de maestros y de libros" estando al frente de una de las Juntas Técnicas, la de Cultura y Enseñanza desde octubre de 1936. En este aspecto recuerda unas palabras en una emisora de radio proframquista: Y cuando nuestro Cisneros o nuestro Carlos V, mandaban, con escándalo de la posteridad recoger o expurgar tales libros, no hacían una cosa distinta de la que hoy hacen los gobiernos mandando recoger la literatura marxista… (Arengas…, p. 38).

"Arengas y crónicas de guerra", una de las obras de Pemán donde reseña claramente su ideología y convicciones .



Defendió que la guerra civil "era necesaria y conveniente”
Señala el autor de este trabajo que el adjetivo que probablemente más ha alterado a la familia es el de asesino. Recuerda como en julio de 1936, a solo una semana del golpe, Pemán se refería a la guerra desde el micrófono de Radio Jerez en estos términos “una guerra, que por dura que sea, yo os digo que era necesaria y conveniente”. Y fue en esa misma arenga donde afirmo que "la idea de turno o juego político, ha sido sustituida para siempre, por la idea de exterminio y expulsión, única válida frente a un enemigo que está haciendo en España un destrozo como jamás en la Historia nos lo causó ninguna nación invasora (Arengas…, p. 13).

"Limpieza completa" de enemigos
El 25 de agosto escribió un artículo titulado “La hora del deber” en la portada del ABC de Sevilla en el que Pemán defendía que había que “reconquistar” el territorio palmo a palmo ya que "como el enemigo está en casa no puede hablarse propiamente de un frente enemigo que se retira; pues siempre, aun después de derrotado y deshecho queda enemigo conviviendo receloso a nuestro lado, huido en el monte, emboscado en el disimulo. Todo esto exige, tras cada paso ganado, una labor de limpieza de policía, de guarnecimiento de los pueblos etc... Apostilla el autor que difícilmente se puede decir más claro: la labor de limpieza ha de ser completa. No basta con acabar con el enemigo visible sino llegar al “emboscado en el disimulo”. Limpieza es palabra que tendría gran arraigo entre los fascistas españoles.

Para el historiador Francisco Espinosa que Pemán era fascista y misógeno, "tiene poca discusión, fue de esos monárquicos que se sumaron sin problema al fascismo". Retrato (Ateneo de Cádiz)



Restaurar la civilización y el orden
Las dotes adivinatorias de Pemán alcanzaron su cénit cuando escribió: "… cuando Europa se encuentre a sí misma, cuando restaurada la civilización y el orden, se vea libre del peligro de desolación que ahora la amenaza, es posible que algún espíritu recto, al pasar, libre y seguro, allá en París, por debajo de las ojivas históricas de Notre Dame, rectificando injusticias de hoy, tenga un pensamiento de gratitud para aquellos soldaditos españoles que en Baena o Badajoz están muriendo, en definitiva, para que puedan quedar en pie las ojivas de Notre Dame en París! "(Arengas, p. 40). El vate gaditano no tuvo mejor idea que servirse precisamente de los casos de Baena y Badajoz para lo que quería decir. Como no cabe que ignorara lo ocurrido en las dos ciudades, dos de las grandes matanzas fascistas del verano del 36, hay que pensar que estaba en tareas de propaganda al servicio del golpe.

Apropiación de España
Pemán negaba que se tratase de una guerra de clases o de partidos, de izquierdas y derechas; para el pensamiento reaccionario español que representaba, “no lucha una cosa de España contra otra cosa de España: lucha España contra lo que no es España”. Aquí vemos uno de los recursos perennes de la derecha española hasta nuestros días: España es suya. Los que no piensan como ellos son la anti España.

"Eliminación" de miles de personas
Defiende el historiador que Pemán no mató a nadie, pero sus arengas formaron parte del discurso que favoreció la eliminación de miles de personas. Si los curas hubieran cumplido su misión evangélica y los ultracatólicos hubieran puesto su esfuerzo al servicio de la mediación no se habría producido semejante carnicería. Pero hicieron lo contrario.

Peligro rojo
Es interesante esta reflexión del profesor Espinosa. No vale que Pemán, al cabo de los años, contara que en un encuentro con Cabanellas, jefe de la Junta Militar golpista, le dijera que, para el escarmiento, hubiera bastado con el 4 ó 5% de los ejecutados (¿cabe planteamiento más cínico?). Este encuentro debió tener lugar cuando Pemán ocupaba aún la Junta Técnica de Cultura y Enseñanza. Cabanellas murió en el 38 y Pemán contó esta historia en 1970 (Mis almuerzos con gente importante, Dopesa, Barcelona, 1974, p. 153). Si la hubiera escrito en 1938 tras la muerte del militar todo sería diferente, pero escrita tantos años después suena a patraña, al deseo de olvidar que existió otro Pemán que no decía precisamente eso, sino lo contrario, porque si alguna obsesión tuvo Pemán, como ya vimos antes, fue que la labor de limpieza fuera a fondo: Ahora el peligro no está en los rojos, sino en los “enrojecidos”, es decir, en los que como los afrancesados y los europeizantes de ayer, tiñeran España de las propias ideas que estamos con tanta sangre ahuyentando y venciendo (Arengas…, 87).

"Señoritos" andaluces convertidos en "señores"
Pemán estuvo también en la ruta de las columnas que se dirigían hacia Madrid. Hay que imaginarlo, recorriendo la España ocupada, en el Rolls de su primo José Domecq, alias “Pepe pantera”. Es la misma zona que llevaría a Roland Strunk, corresponsal del diario oficial nazi y amigo personal de Hitler, a decir que el avance hacia Madrid se hizo pasando sobre montones de cadáveres. Sencillamente no dejaban prisioneros. Pemán, como Strunk, debió ver lo que pasaba, pero lo que le llamó la atención fue el trato que Varela, otro gaditano, daba a la población civil que huía: “El general les hablaba suavemente, casi evangélicamente” (Arengas…, 108). Varela, el evangélico… Talavera había sufrido una durísima represión a cargo de Yagüe, pero lo que llama la atención al “fino poeta andaluz” es que “tiene aire de feria y de romería” (Arengas…, p. 118). En la estela de Siurot, alias “don Manué”, Pemán mantuvo que la guerra civil redimió a los señoritos andaluces convirtiéndolos en señores. Se refería, entre otras cosas, a las bandas de caballistas que llevaron el terror y la muerte a tierras andaluzas y extremeñas.

El profesor Francisco Espinosa Maestre firmando uno de sus libros publicados. Foto Ayuntamiento de Villafranca de los Barros



Venganza sangrienta contra la República
En definitiva, con sus arengas, escritos y crónicas Pemán fue uno de los que contribuyó a la matanza fundacional del franquismo, admitida a estas alturas por la mayor parte de la historiografía. Desde su cargo en la Junta Técnica destrozó la vida de cientos de maestros cuyo único delito era ser demócratas de izquierdas. Desde el principio fue firme partidario y propagandista no solo del golpe y la guerra: necesaria y conveniente, sino también de la idea de exterminio y expulsión. La limpieza a fondo fue una de sus obsesiones. ¿A qué viene rasgarse las vestiduras porque se destaquen ciertos aspectos del insigne escritor gaditano? ¿A qué exterminio, expulsión y limpieza creen sus partidarios que se refería? Vamos una vez más a lo de siempre: es normal que la familia lo recuerde y lo venere; tan normal como que una sociedad democrática exija la retirada del busto del teatro Villamarta y sitúe el personaje dentro de los que contribuyeron a aquella gran venganza sangrienta contra la República que, con sus reformas, puso en duda sus privilegios tradicionales.