De los 15 parques nacionales que integran la red estatal, Cabañeros es, sin lugar a dudas, el más “privado” de todos ellos. Desde que llegó María Dolores Cospedal a la Presidencia de Castilla-La Mancha este monumento natural, fósil viviente del bosque mediterráneo existente en la Península, está siendo objeto de un paulatino deterioro, según denuncian frecuentemente ecologistas, alcaldes y vecinos de los Montes de Toledo, como viene publicando regularmente ELPLURAL.COM. El último atentado medioambiental está protagonizado por la empresa Inmobiliaria del Bullaque, propiedad de Alejandro Aznar, esposo de la polémica expresidenta de Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, al que el Ministerio de Agricultura sancionará por una infracción muy grave al ampliar el caserón instalado en la finca sin la preceptiva autorización. Aunque, claro, el departamento de la ministra García Tejerina, aliada de Cospedal en estos menesteres, aplicará la cuantía mínima, 200.001 euros, cuando este tipo de infracción podría ser sancionada con multas de hasta dos millones de euros.

Manifestación contra la instalación del campo de tiro en Cabañeros en 1987



Bono vs. Cospedal
Y es que cuando precisamente se cumplen 20 años de su declaración como parque nacional, Cabañeros atraviesa por el peor momento de su historia, incluido cuando el Gobierno de Felipe González pretendió en 1987 instalar en este monumento natural un campo de tiro para el Ejército del Aire. El entonces presidente castellano-manchego, José Bono, se enfrentó al ministro de Defensa de la época, Narcís Serra, y declaró este espacio parque natural, impidiendo así que se convirtiera en un campo para maniobras militares. Nada que ver con la política medioambiental llevada a cabo en la actualidad por la neoliberal Cospedal, que con sus controvertidas decisiones permite que, hoy por hoy, haya más tiros de los que pretendía autorizar el Gobierno de González, como lo prueba que dos décadas después no cese el continuo fogueo de las escopetas que encuentran en el lugar su espacio VIP para hacer realidad la película de Berlanga, “La escopeta nacional”.

El cortijo de los grandes de España…
El caso es que no es la primera vez que el Estado tiene que intervenir ante los desmanes de los principales apellidos de España, propietarios del entorno de Cabañeros y de miles de hectáreas de las zonas de influencia del parque nacional. Allí reinan, son dueños y señores de enormes latifundios, vallados y acotados, impidiendo el paso de servidumbre que durante siglos han tenido estas tierras. De ahí que la mayoría de ellos hayan sido denunciados, bien por realizar obras sin permiso, incluido algún que otro aeropuerto qué más quisiera Melilla o Ceuta tener en sus ciudades, bien por atentados contra la fauna y el medioambiente.

Corte de caminos y apropiación de un puente en distintas fincas de Cabañeros y aledaños



…Que se apoderan de caminos y de puentes…
La situación se ha enrarecido con Cospedal. Ahora los caminos están cerrados a cal y canto, vigilados por guardias armados y con carteles que advierten a los senderistas de que pueden ser tiroteados por algún participante de las monterías que un día sí y otro también tienen lugar en estas fincas, a cuyos propietarios no les duelen prendas cerrar caminos y hacerse con la propiedad pública durante un fin de semana, ya que las normas del Gobierno regional del PP así lo avalan. Pero una cosa es poner puertas al monte, como hacen Mario Conde, Las Koplowitz, Botín, Alfonso Cortina, Los Albertos, José María Aristraín, Juan Abelló, Luis Portillo, Samuel Flores, Entrecanales, Carlos March…y otra distinta apropiarse de un puente histórico, construido a principios del siglo XX, como hizo Lord Gerald Casvendish, sexto duque de Westminster, noveno conde de Grosvenor, vizconde de Belgravia, marqués de Westminster y barón de Eaton; un importante aristócrata inglés cuyo patrimonio está valorado en más de 7.300 millones de euros, lo que le convierte en el hombre más rico de Gran Bretaña y dueño absoluto de las 15.000 hectáreas de La Garganta..

…Donde se hacen grandes negocios…
Fincas abiertas en su mayoría al negocio cinegético, como La Garganta, donde Don Juan Carlos conoció a su “amiga entrañable” Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga también, aunque menos entrañable, de Iñaki Urdangarin, y directora general de Boss & Co. Gunmakers, una conocida y afamada armería londinense donde las grandes escopetas de Europa acuden a proveerse de armamento al inicio de la berrea, o los hijos del Príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, Guillermo y Enrique. Haciendas que cuentan con la complicidad de gobiernos y ciertos ayuntamientos del PP, como es el caso de Fuencaliente y Almodóvar del Campo, localidades que podrían parar los pies a Lord Gerald Casvendish pero que prefieren mirar para otro lado.

Programa de la cacería organizada por “El Bigotes” y factura del evento.



…Donde la Gürtel, incluso, operó...
Nada se escapa al paraíso de la “escopeta nacional”. Incluso la panda de la Gürtel sucumbió a los encantos del los Montes de Toledo. Así, sabemos por la documentación que dio a conocer el juez Pablo Ruz que entre el 14 y el 16 de febrero de 2002 un selecto grupo de cazadores se dieron cita en la finca “El Gargantón” de Ciudad Real para participar en una macrocacería organizada por Special Events a petición de una firma automovilística, y cuyo maestro de ceremonias no fue otro que Álvaro Pérez, El Bigotes, quien llegó a confeccionar una lista provisional de 27 escopetas, entre las que se encontraban Luis Bárcenas, Miguel Blesa o Alejandro Agag, entre otros, con un coste total superior a los 63.000 euros.

Cierva con un feto extraído por furtivos y Cospedal poniendo el libertad a un lince que luego fue envenenado.



…Y donde sucumben linces y ciervas preñadas
Fincas donde también se han encontrado linces muertos en cepos prohibidos o envenenados. Un felino que goza de la protección de Europa mediante programas de conservación al tratarse de uno de los animales del continente con mayor peligro de extinción. Programa al que Cospedal no ha dudado en sumarse, pero solo para hacerse la foto, ya que de la decena de ejemplares criados en cautividad y posteriormente puestos en libertad, cuatro al menos han fallecido por las causas citadas. Otros animales, como ciervas preñadas son abatidas en otros puntos de la geografía castellano-manchega con el solo objeto de extraerles el feto para su posterior proceso taxidermista y “presumir” ante los suyos de contar en su macabra galería con este trofeo.

Franco ante las más de 4.000 perdices masacradas en una mal llamada cacería.



La matanza de la Encomienda de Mudela
Y si de trofeos se trata, no podemos olvidar como contaba ELPLURAL.COM hace unos meses, un episodio recordado en Ciudad Real, y que a pesar del tiempo transcurrido nadie olvida. Y es que entre el 16 y 18 de octubre de 1959, el dictador Francisco Franco, acompañado por lo más granado del régimen fascista, llevó a cabo la mayor matanza de perdices jamás realizada en suelo español: el genocida abatió 4.601 de estas aves en los Cotos de Santa Cruz de Mudela, en una carnicería y aquelarre de sangre y muerte organizada por José Utrera Molina, suegro de Alberto Ruiz Gallardón, gobernador civil de Ciudad Real por aquel entones y responsable también de las fotos que realizó Eduardo Matos Cuesta.